Dos mujeres pueden ser consideradas como las pioneras de la participaciónfemenina en el negocio deltráfico de drogas: María Dolores Estévez Zulueta, alias ‘La Chata’ e Ignacia Jasso, alias 'La Chata'.
Estévez Zulueta, alias ‘La Chata’, fue considerada como la enemiga pública número uno. Su zona de operación se ubicó en La Merced, ciudad de México.
Según el estudio ‘Las mujeres en el narcotráfico’ del maestro en historia Juan AntonioFernández Velázquez, publicado en la Revista Clivajes:
“En 1945, el Presidente Manuel Ávila Camacho promulgó un decreto para la Secretaría de Gobernación y organismos policiacos de todo México, con el fin de que arrestaran a la “enemiga pública número uno”: ‘Lola la Chata”’ quien operaba en la ciudad de México, principalmente en La Merced. De acuerdo con nuestras fuentes, ‘La Chata’ pagaba grandes sumas a empresarios y elementos de la policía para que la protegieran y la dejaran ‘trabajar’”.
‘La Chata’ fue detenida en siete ocasiones por la venta de droga, actividad en la que se inició a los 13 años.
'La Nacha', la sanguinaria abuela del narco
Ignacia Jasso fue quizá la primera líder criminal de Ciudad Juárez. Junto con su esposo o Pablo González, alias ‘El Pablote’, consiguió tener el control del tráfico de marihuana y morfina en la línea fronteriza de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, en la década de los veinte.
Uno de los rasgos característicos de su organización fue la violencia.
'La Nacha' y 'El Pablote' consiguieron el control de la zona después de ejecutar a sus rivales: un grupo de orientales que llegó a nuestro país, huyendo de Estados Unidos, tras un terremoto que sacudió a San Francisco en 1906.
“La preeminencia de los asiáticos en la distribución y venta de drogas finalizó cuando, a mediados de los años veinte, fueron asesinados 11 inmigrantes chinos dedicados a dichocomercio ilícito. El responsable de las muertes fue un individuo apodado 'El Veracruz', al parecer integrante del grupo de 'La Nacha' y su esposo 'El Pablote'. Se inició así la larga historia de las ejecuciones asociadas al narcotrafico en esta ciudad.
“La masacre de los chinos precedió la fama de la pareja González-Jasso, que controlaba la venta de mariguana, heroína y cocaína. Al parecer, la cabeza de la organización era La Nacha quien manejaba su organización con discreción y generosidad, de tal manera que no se vio obligada a utilizar "grandes dosis de violencia" para controlar su imperio”, narra un texto de Adriana Linares disponible en la página de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
‘El Pablote’ murió en 1930 por un pleito de cantina; Ignacia Jasso continuó con el negocio del tráfico de drogas gracias a la protección que recibió de algunas autoridades.
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