Un grupo de 16 jóvenes fue secuestrado el pasado fin de semana por hombres armados en una quinta de Santiago, donde los afectados además de ser despojados de sus pertenencias, fueron golpeados y presuntamente agredidos sexualmente en Monterrey, Nuevo León.
El multisecuestro ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo durante una fiesta organizada en una finca privada donde convivían al menos 11 hombres y 5 mujeres de entre 20 y 25 años.
Según el testimonio de una de las víctimas, al menos cuatro pistoleros usaron una escalera para brincar la barda, cerca de las 21:00 horas del sábado, aprovechando la falta de vigilancia.
Posteriormente, sometieron a los asistentes entre golpes y amenazas para obtener información. Los cuatro secuestradores, de quienes no se dieron características, estaban encapuchados y fueron extremadamente violentos, dijo el informante.
Los asistentes a la fiesta fueron separados en dos grupos, para golpearlos, amenazarlos y supuestamente agredirlos sexualmente, aunque otras fuentes descartaron que hubiera habido violaciones.
Para evitar que los afectados se comunicaran al exterior de la finca, los secuestradores les quitaron los teléfonos celulares y los metieron a una tina con agua.
Además, tomaron las pertenencias y se enfocaron en la información de las credenciales de elector. "Les preguntaron quién era el dueño de la quinta y quiénes tenían dinero", narró el informante.
Tras la privación ilegal de la libertad, los pistoleros esposaron a los hombres más corpulentos, mientras que a los más delgados los ataron, y a las mujeres las desnudaron para llevarlas a otra zona del terreno. En la golpiza, dos jóvenes admitieron tener dinero para pagar un rescate y fueron separados del grupo. Entre ellos iba el dueño de la finca.
Con la selección de víctimas, los secuestradores se retiraron cerca de las 04:00 horas del domingo, pero sólo se llevaron al dueño del lugar y liberaron a la mujer. En el testimonio, la víctima aseguró que luego de que los secuestradores se retiraron, lograron liberarse horas después y escapar del lugar.
Reconoció que el propietario del inmueble permaneció cautivo al menos 48 horas y fue liberado el martes tras el pago de 2 millones de pesos. Hasta la noche de ayer no había una denuncia ante la Procuraduría de Justicia y según los informantes no sabían nada de lo ocurrido.
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