Muertes, desapariciones, "levantones" y que el crimen organizado se mueva de manera tranquila por las calles de Sinaloa son señales preocupantes que muestran un estado criminalizado y con una autoridad superada por la delincuencia.
Ante la situación que impera en la entidad, en entrevista, Anabel Hernández, periodista y escritora de temas relacionados con las bandas criminales, se refirió a Sinaloa como un estado en el que el narcotráfico manda ante la opacidad de las autoridades.
"Sin duda, Sinaloa es un narcoestado. Es inaudito que integrantes del crimen organizado se puedan estar baleando en la calle a plena luz del día tanto en las ciudades importantes del estado, así como en sus inmediaciones.
Cuando se presenta esto y no se ve la actuación del Ejército ni de otras corporaciones policiacas, quiere decir que hay una anuencia de la autoridad o pacto de la misma con algún grupo delictivo para que este trabaje libremente.
Es lamentable que el Cártel de Sinaloa tenga al estado como su parque en el que puede llegar a hacer lo que quiere sin que nadie diga nada", señaló Hernández García.
La violencia en el estado ha generado que la ciudad de Culiacán aparezca como la número 17 entre las más violentas del mundo, esto en estudio realizado por la organización civil Seguridad, Justicia y Paz.
Actualmente, el clima violento que arropa desde inicios de año al estado se vive de manera cruda en Villa Juárez Navolato, donde ante la psicosis los pobladores han optado por no abrir negocios ni llevar a sus hijos a las escuelas, pues se dice que es constante el rumor de la presencia de grupos armados circulando por la calles de la comunidad, donde ya se han presentado ataques a plena luz del día en los que se han quemado carros y presentado varios muertos, entre ellos víctimas inocentes.
La fuga de los cinco reos del penal de Culiacán, quienes antes de su captura eran cabecillas de células del Cártel de Sinaloa, genera preocupación e incertidumbre para la periodista Anabel Hernández, quien dice no entender en qué grupo se mantendrán los criminales.
Entre los fugados se encontraba Juan José Esparragoza Moreno, hijo de Juan José Esparragoza Monzón, hombre que en su momento era de la confianza del Chapo Guzmán y de quien muchos dudan sobre su supuesta muerte.
"Debe quedar en claro que la fuga de estos delincuentes por supuesto tuvo participación de las autoridades. Sin embargo, los focos deben estar encendidos en el estado, ya que por el perfil de estos criminales queda claro que salieron para meterse en la pelea por las fracciones del Cártel de Sinaloa en la que se encuentran los hijos del Chapo y Luis Dámaso López Núñez."
"Hay que recordar que Rafael Félix, uno de los prófugos, fue encargado del grupo Ántrax, uno de los violentos del país, esto quiere decir que su fuga va acorde en la pugna, lo que pudiera provocar un aumento en la violencia en la entidad", comentó la periodista.
La escritora del libro Los señores del narco expresó que no tiene en claro qué grupo liberó a los presos y menos para quién prestarán sus servicios ahora que están en las calles.
"Todo el contexto de esta guerra del Cártel sinaloense nos tienen intrigados. La fuga de estos sujetos, repito, que tuvo que ser con colusión de funcionarios del penal, es para que se integren a la pelea; sin embargo, las preguntas son: ¿de parte de quién se van a poner en la guerra?, ¿de parte de los hijos del Chapo o de Dámaso López?, ¿quién es en estos momentos, quién tiene los hilos de la organización criminal?", cuestionó Hernández.
También aclaró que los ocho jóvenes entregados por municipales a un grupo delictivo es solo una prueba más de la participación que las fuerzas policíacas tienen con la delincuencia.
Refirió que las policías municipales son las primeras en ser persuadidas por los cárteles para realizar sus maniobras de manera cómoda en las calles de los municipios.
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