El paletero de la Ibero y otras mentiras del conductor del BMW

Antes del viernes 31 de marzo de 2017 el nombre de Carlos Salomón Villuendas Adame no era del dominio público, tras el aparatoso accidente en el que murieron cuatro personas que viajaban con él, sobre el Paseo de la Reforma, éste se convirtió en sinónimo de imprudencia al volante.

Por la dramática muerte de Ivonne R. Millán, Carlos Mazoku, Karla Saldana y Luis Fernando García, Villuendas Adame enfrenta cargos por el delito de homicidio culposo agravado en hecho de tránsito. Aunque gracias a una serie de mentiras podría salir este viernes de prisión, hecho que ha indignado a la sociedad.

Las mentiras del caso BMW

En un principio se manejó que el nombre del conductor del BMW era José Salomón Villuendas Adame, poco después se rectificó su identidad corroborando que se trataba de Carlos Salomón Villuendas Adame, hijo de José Luis Villuendas, excomandante de la Policía Judicial de la Ciudad de México durante la década de los años 80.


Tras las indagatorias se dijo que Carlos Villuendas conoció a los tripulantes del automóvil de lujo la misma noche del accidente, esto mientras convivían en un bar de la zona de Polanco de nombre “El Barezzito”.

Poco después está versión se descartó cuando se dio a conocer que su hermana Pilar Villuendas era la mejor amiga de Ivonne, Carlos y Luis Fernando, con quienes convivía  de tiempo atrás, sólo a Karla la conoció esa fatídica madrugada.

Conforme se avanzó en el caso y tras la solicitud de la reparación del daño a los familiares de las víctimas, Villuendas Adame aseguró que se dedica a vender paletas y su ingreso mensual es de mil pesos, cantidad que no le permitiría cubrir sus responsabilidades.

Poco después la usuaria de Twitter, Alexa Rivera (@AlexaRivero2), publicó que éste estudió en la Universidad Iberoamericana y es dueño del restaurante “Las Alas de Alado” de Cuernavaca, Morelos.

Algunos medios publicaron que una de las víctimas se trataba de su esposa, versión que se descartó al conocer la identidad de los fallecidos en el choque.

Hasta en el lugar dónde llevaría su proceso legal hubo imprecisiones, al principio se manejó que se encontraba en el Reclusorio Norte, cuando en realidad había sido trasladado al Sur.

Desgraciadamente esta serie de mentiras pondrían a Carlos Salomón Villuendas Adame en libertad, sin importar que cuatro familias sufren la pérdida de sus seres queridos por un accidente que se pudo evitar.

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