Los comentarios del sheriff Richard Jones, acérrimo seguidor de Trump, se dan a un día de que el Gobierno estadounidense ordenara el lanzamiento del arma no nuclear más potente jamás empleada en combate por el Ejército de EU.
El alguacil ha emprendido una serie de rigurosas medidas antimigratorias, por las que ha recibido la crítica de activistas y medios de EU.
El sheriff del condado de Butler, en Ohio, aplaudió el uso de la llamada “madre de todas las bombas” contra el Estado Islámico en Afganistán, y sugirió que el Gobierno de Estados Unidos también la emplee para acabar con los cárteles mexicanos.
Este viernes, en su cuenta de Twitter, el funcionario estadounidense dijo que durante 10 años ha dicho que la bomba GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast Bomb (MOAB), renombrada por la prensa como “La madre de todas las bombas” (Mother Of All Bombs), debería ser usada contra las organizaciones criminales de México.
“He dicho esto durante 10 años. Ya basta. Esta MOAB puede ser usada contra los cárteles de drogas mexicanos. [Vienen] buenos tiempos por delante”.
Fiel seguidor de Trump, Jones se caracteriza por sus medidas contra migrantes, incluso, la cadena Univisión recordó que sus acciones le han valido comparaciones con Joe Arpaio, de Arizona, autonombrado el “sheriff más duro de Estados Unidos”.
“No es la primera vez que este alguacil, acérrimo seguidor de Donald Trump, hace unas declaraciones polémicas dirigidas a los vecinos del sur. En verano de 2014, Jones envió una carta al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, con una factura por valor de 900 mil dólares por ‘tratar con sus criminales'”, asegura el medio.
De acuerdo con Univisión, Jones también es recordado por poner una señal con las palabras “Illegal aliens here” [extranjeros ilegales aquí] con una flecha apuntando a la prisión del condado de Butler.
Además, instaló media decena de carteles con su foto, en los que recordaba a los negocios locales que al emplear a inmigrantes están infringiendo la ley. Este mes, Jones pidió al Presidente de Estados Unidos realizar operativos en los establecimientos del condado.
Los comentarios de Richard Jones se dan a un día de que el Gobierno de Donald Trump ordenara el lanzamiento de la bomba MOAB, el arma no nuclear más potente jamás empleada en combate por el Ejército de Estados Unidos, contra una supuesta base del Estado Islámico en la provincia afgana de Nangarhar.
En las últimas horas, las autoridades del país de Oriente Medio conformaron que el lanzamiento del artefacto causó la muerte de más de 36 combatientes del grupo islamista y destruyó una red de túneles de esa organización. Sin embargo, el Estado Islámico negó esta información.
“La madre de todas las bombas” pesa 10 toneladas y explota al llegar al suelo. El radio de acción está en el orden de 1.5 kilómetros. “Es un elemento de medida para amedrentar al enemigo”, explicó Gabriel Blanco, experto en armas de destrucción masiva y ex inspector de la ONU en Irak, cuando se desarrolló el prototipo.
En este caso, como refiere el sheriff Jones y como ha repetido Donald Trump desde que estaba en campaña, el “enemigo” de Estados Unidos son los cárteles mexicanos que operan en la frontera.
En febrero pasado, el Presidente republicano firmó una Orden ejecutiva para acabar con los “cárteles criminales” del narcotráfico “que se han extendido por todo [EU] y están destruyendo la sangre de los jóvenes”.
En dicha Orden, Trump solicita al Departamento de Justicia y al de Seguridad Nacional que tomen todas las acciones necesarias y legales para romper la estructura de los cárteles mexicanos
La idea de Trump de poner un muro a lo largo de los más de 3 mil kilómetros de su frontera sur es para contener el flujo de migrantes y el tráfico de droga, sin embargo, el Gobierno del Presidente estadounidense se enfrenta al problema de cómo hacer que México pague por su construcción.
En enero, recién asumida la Presidencia por Trump, la Casa Blanca informó que tiene “varias opciones” para hacer que México pagará por el muro, una de ellas es imponerle altas multas a los narcotraficantes.
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