La hora del ‘Vicentillo’


Aunque llegó a un acuerdo con EU, no hay seguridad de que le den la pena mínima, Luego de conocerse la sentencia de 22 años contra Alfredo Vásquez Hernández en Chicago.

La semana pasada, la hora de la verdad le llegará en cualquier momento a Vicente Zambada Niebla, quien aun cuando puede enfrentar una sentencia mínima de hasta 10 años, también pudiera enfrentar un segundo descalabro por parte del gobierno de Estados Unidos y ser juzgado con todo el peso de la ley.



Finalmente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ) no se tentó el corazón para sentenciar a Benjamín Arellano Félix a la pena máxima que pudo aspirar, aun cuando éste se declaró culpable y accedió a cooperar con el gobierno estadounidense.

Lo mismo ocurrió con su hermano Eduardo Arellano Félix, y con Héctor el Güero Palma Salazar, y con Osiel Cárdenas Guillén, y con Mario Villanueva. Todos ellos se declararon culpables, y todos ellos accedieron a “cooperar” con la justicia estadunidense y, aunque los fiscales prometieron a todos una sentencia “ligera”, al final todos fueron sentenciados con penas que no esperaban.

Según expertos en materia penal en Estados Unidos, cuando una persona es juzgada o sentenciada, influyen mucho los castigos previos que hayan recibido personas acusadas por los mismos cargos, sobre todo si son parte del mismo grupo o, como es este caso, del mismo cártel.

“Si otras personas del cártel son sentenciadas a cierta pena, se toma como referencia para sentencias al resto de los acusados; es una principio de ley”, explicó Anthony Colangelo, de la Universidad de Leyes, en Dedman Texas.

Vásquez Hernández sería del mismo grupo de acusados que pertenecen a un mismo cártel, y que fueron sentenciados por el mismo Juez que lleva el caso de Zambada Niebla, en este caso el magistrado Rubén Castillo, en el Distrito Norte de Illinois.

Fue apenas el pasado 10 de abril de 2014, cuando el USDOJ anunció que Zambada Niebla habría optado por declararse culpable y cooperar con el gobierno estadunidense, según un acuerdo de 26 páginas que firmó el propio Vicentillo, sus abogados, y los fiscales con quien habría hecho el acuerdo.

En el documento, Zambada Niebla accedió declararse culpable de los cargos por tráfico de droga, luego de que los cuatro años previos declarara la guerra al gobierno de Estados Unidos y afirmara que había actuado con el permiso de la DEA para traficar con drogas.

En el documento, Zambada acordó ser testigo protegido para testificar, no sólo contra integrantes de alto nivel del cártel de Sinaloa, también para acusar a funcionarios de los diferentes niveles de gobierno que fueron sobornados por esa organización.

Pero además apunta el expediente: “Bajo el acuerdo de culpabilidad, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua, una sentencia mínima obligatoria de 10 años, y una multa máxima de 4 millones de dólares”.

Pero “si el gobierno (de EU) determina en el momento de la sentencia que Zambada Niebla cooperó plena y verazmente, como lo exige el acuerdo de culpabilidad”, se reducirá la sentencia aconsejada.

Pero no sería la primera vez que el gobierno de Estados Unidos traicionaría un acuerdo con el Vicentillo: cuando lo arrestaron 18 de marzo de 2009, el hijo del Mayo Zambada venía de entrevistarse con dos agentes de la DEA, según reconoció en su momento la agencia antidrogas.

Al año de ser arrestado, Zambada Niebla fue extraditado a Estados Unidos, y a partir de entonces se desarrollaron una serie de audiencias preliminares, en donde el Vicentillo destapó una cloaca que obligó al Juez Castillo, a emplazar el inicio del juicio, y a desarrollar el desahogo de pruebas a puerta cerrada.

Hasta que en abril de este año, el USDOJ anunció que Vicente Zambada se declaraba culpable y accedía cooperar con el gobierno estadounidense a cambio de una sentencia no tan severa.

Según ha trascendido, al menos seis de ochos líderes del narcotráfico extraditados a territorio estadounidense desde 2007 establecieron acuerdos con fiscales de ese país, para declararse culpables y reducir sus condenas, entre ellos Eduardo Arellano Félix, el Doctor; Benjamín Arellano Félix, Osiel Cárdenas Guillén, Héctor el Güero Palma, Miguel Caro Quintero y Mario Villanueva.

Otras sentencias que se esperan conocer de un momento son los casos de los hermanos Pedro y Margarito Flores, considerados como los principales distribuidores del Cártel de Sinaloa en Illinois, y otros estados de la unión americana. Al igual que Zambada Niebla, se cree que todos ellos testificarán contra Joaquín el Chapo Guzmán, una vez que éste sea extraditado.

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