La detención de Mauricio Luna Aguilar “El Papacho” en el Valle de Juárez, es un “circo mediático y una justicia a medias”, denunció el defensor de personas exiliadas, Carlos Spector.
“El Papacho” es miembro del Cártel de Sinaloa que ha sembrado terror en esa región y que provocado la salida de alrededor del 90 por ciento de la gente que vivía en El Valle de Juárez, asevera.
Con el título de “Crimen autorizado”, integrantes de diez familias exiliadas del Valle de Juárez, ofrecerán hoy por la tarde una conferencia de prensa; de ellas, cinco tuvieron que salir de la región por amenazas de Luna Aguilar y de agentes federales, estatales o militares.
En la conferencia de prensa exigirán a las autoridades mexicanas la detención de los oficiales que han facilitado los delitos contra los ciudadanos de esa región, quienes fueron despojados de su patrimonio.
“Fue y sigue siendo el Estado”, advierten.
El pasado 18 de febrero la Fiscalía General de la Zona norte presentó en calidad de detenido, a Mauricio Luna Aguilar y lo responsabilizó de por lo menos 20 homicidios en el Valle de Juárez.
Junto con él detuvieron a otros integrantes del grupo delictivo: Isidro Soto Aguilar “El Pantera” y líder de la célula; Juan Carlos Nuria Gómez “El Parral”; Karina Carrillo Griego; Jonathan Arturo Torres Rodríguez “El Jhon”; Antonio Carrillo Griego “El Toño y/o El Tio” y Juan Cuéllar Cereceres “Quintanilla”.
A esos arrestos, se agrega el homicidio de otros integrantes y líderes del cártel de Sinaloa que trabajaban en la región: Leonardo Rubén Morales Rodríguez “El Toga” y Jesús Manuel Morales Rodríguez “El Meño”.
“El Toga” había sido arrestado en 2012 y liberado meses después.
Una de las personas exiliadas, recuerda a El Papacho como un “malandro” desde que era adolescente, pero cuando lo reclutó el grupo delictivo, se convirtió en uno de los más agresivos y descarados delincuentes.
A partir de 2008, los ciudadanos de El Valle de Juárez, conformado por los municipios Praxedis G. Guerrero y Guadalupe Distrito Bravos y que conlindan con Ciudad Juárez, han sido perseguidos, despojados, asesinados y desaparecidos sin que el gobierno haya hecho nada.
Spector, con larga experiencia en la defensa de integrantes de la asociación Mexicanos en Exilio, denuncia que sistemáticamente fueron ignoradas las denuncias y quejas presentadas contra los delincuentes mencionados, en diferentes instancias.
Y cuestiona: “¿De qué otra forma habría sido posible que una sola persona asesinara a 20 personas? En México, en Chihuahua y en el Valle de Juárez impera el crimen autorizado”.
En la rueda de prensa estarán presentes Jorge Reyes Salazar -en su familia fueron ejecutados siete integrantes-, Isela Estrella Chávez, Lucía del Carmen Rangel, Gerardo Gámez Hinojos (que era presidente del PRI municipal de Guadalupe Distrito Bravos), Víctor García Archuleta y Armando Archuleta (familiares de tres jóvenes asesinados en diciembre pasado, uno de ellos estudiante y activista), Sandra Flores y Miguel Murguía.
También estará un integrante de la familia Rodríguez, a quien le decapitaron hace una semana a tres personas y sus familiares tuvieron que huir.
“Desde el 2008 a la fecha, era tanto el poder y la impunidad de estas personas, que aparecían sin capuchas para cometer sus crímenes; expulsaron al 90 por ciento de la gente del Valle”, abundó Spector.
Incluso, El Papacho iba con el rostro descubierto cuando “levantaron” a dos hermanos de la familia Reyes Salazar, Magdalena y Elías, junto con la esposa de éste, Luisa Ornelas, quienes fueron encontrados muertos, días después.
Sara Salazar, madre de los hermanos Reyes, identificó a El Papacho en diferentes ocasiones y aunque éste fue detenido en la Fiscalía Zona Norte, cuando el titular de esa zona era el actual fiscal general, Jorge Enrique González Nicolás, luego de unas horas, lo liberaron y hasta lo llevaron a su domicilio.
Y en el caso del asesinato del estudiante y activista Elmer García Archuleta, su hermano Edgar Iván y un primo, Gabriel Gándara Archuleta, la familia se encuentra en proceso de asilo para 13 personas, quienes pudieron quedarse en la casa de un tío materno de Elmer, Armando Archuleta, residente en Estados Unidos.
Spector dijo que el regreso de la violencia en El Valle de Juárez coincidió con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala, Guerrero, en septiembre del año pasado.
Sin embargo, el abogado explica que la situación de El Valle de Juárez cobró atención de la ciudadanía y de las mismas autoridades, cuando asesinaron a Elmer con su hermano y su primo, ya que era un estudiante y activista reconocido, con credibilidad y prestigio.
“El caso tuvo conexión del fenómeno de Iguala, entonces el pueblo de Chihuahua tuvo su Iguala”, consideró. La familia Archuleta fue la única que puso una queja directamente contra El Papacho.
El día que se llevaron a Elmer de su casa, éste llevaba un calzoncillo ancho y largo de colores, que su tío Armando le había regalado en la navidad de 2013.
“A su tío le regalaron en la Navidad ese short, pero como era de colores, la esposa le dijo que no era para él que mejor se lo diera a Elmer porque estaba más joven”, relató Spector.
Y el día que aprehendieron a El Papacho, se sorprendieron cuando vieron que éste traía el short.
“Es el simbolismo de violencia más cruel, es como decir ‘sí cabrón, y qué’, era el terror de pueblitos, ese es delito contra la humanidad, incluso hay un día que dedicamos para conmemorar a los muertos en un lugar donde muchos entierran a sus familiares en Fabens, Texas, porque no los pueden sepultar allá (en el Valle) y el Papucho los amenazaba en El Valle y no participan en el homenaje los familiares que están acá”, refiere.
Sin embargo, dijo que no sólo esas personas obligaron al exilio de más de 200 juarenses, también agentes federales, estatales y militares, como en el caso de la multiejecución de la familia Rodríguez, en la que habrían participado agentes federales.
“Tenemos información de que al Valle de Juárez llegó la policía federal con La Línea, porque vieron que la gente que contrató el cártel de Sinaloa no sirvió para cruzar droga, son malos negociantes y se quedaron sólo para extorsionar, amenazar y secuestrar”, aseguró el abogado.
Explicó que de acuerdo con los informes que tienen, La Línea sí sabía vender droga y los otros sólo robaban hasta cables, para mantener el terror en El Valle.
Sobre la detención de El Papacho y los otros presuntos integrantes del grupo delictivo, dijo que resultó raro que de pronto aparecieron tres fosas, cuando tienen años denunciándolas, al igual que a los detenidos, por lo que calificó las aprehensiones como un “show mediático”.
Familiares de los exiliados, aseguran que integrantes de la célula criminal han ido a amenazar a varias personas para que no vayan a declarar en contra de los detenidos.
Asimismo, personal de la fiscalía de Chihuahua ha tomado declaraciones a los exiliados, por lo que confían en que no salga de la cárcel en muchos años.
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