Las detenciones de líderes y el reacomodo de las organizaciones criminales en los pasados dos años han transformado el mapa del narcotráfico en México. Informes de la Procuraduría General de la República (PGR), obtenidos mediante una solicitud de información pública, refieren que actualmente el cártel Jalisco Nueva generación es el grupo más poderoso, seguido por Los caballeros templarios.
En tanto, el cártel de Sinaloa disminuyó su presencia de 18 a seis entidades, y su poderío es comparable al de Los Zetas y al del grupo de los hermanos Beltrán Leyva, según los datos proporcionados por el Ministerio Público Federal.
La Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, mediante el oficio SJAI/DGAJ/02659/2015, fechado el 3 de marzo, revela que en comparación con el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando las autoridades tenían conocimiento de 89 células delictivas que operaban en el país, ahora los registros oficiales refieren que el número de grupos criminales disminuyó casi 50 por ciento.
Células operativas
El Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), dependiente de la PGR, respondió a la solicitud de La Jornada que el listado de grupos y/o células vinculadas a las grandes organizaciones del narcotráfico detectados en el país hasta inicios de marzo contabilizaba nueve cárteles y 45 células que apoyan sus actividades.
Los reportes gubernamentales señalan que Los caballeros templarios –su líder, Servando Gómez Martínez, La Tuta, fue detenido el pasado 27 de febrero– tienen presencia en: Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Morelos, estado de México, Jalisco, Colima, Querétaro y Baja California, y ‘‘no se identifican células o pandillas vinculadas a la organización”.
En tanto, de Jalisco Nueva generación –grupo que ha avanzado hacia entidades en que antes operaban los cárteles de Sinaloa y Los caballeros templarios– se menciona que tiene presencia en Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Nayarit, Guerrero, Morelos, Veracruz y el Distrito Federal.
El cártel del Pacífico, como las autoridades identifican al cártel de Sinaloa, que hasta febrero de 2014 dirigía Joaquín El Chapo Guzmán Loera, mantiene los ocho grupos de sicarios y de distribución de drogas que tenía antes de comenzar esta administración federal, sólo que su área de influencia ha disminuido, ya que las autoridades consideran que sólo opera en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Guerrero y Baja California.
Las células delictivas son Gente nueva, Los Cabrera, La barredora, el cártel del Poniente o de La Laguna, el grupo de El Aquiles, El Tigre, Los artistas asesinos y Los mexicles.
El grupo criminal de los hermanos Arellano Félix, que a principios de los años 90 se consideró la mayor organización criminal, con presencia en 17 estados, actualmente sólo opera en Baja California, según los registros de la PGR.
De un total de 14 bandas delictivas que servían a este último cártel –el único comandado por una mujer, Enedina Arellano Félix–, ya solamente se considera que le sirven tres, las de El Chan, de El Jorquera y de El Keiko.
La familia michoacana, indican los reportes oficiales, contaba con seis grupos de sicarios a su servicio, y de ellos ya sólo operan dos: La nueva empresa (integrada por desertores del cártel de los Beltrán) y La empresa. Este grupo, que en 2010 sufrió una escisión, pasó de tener presencia en 10 entidades, a sólo contar con centros de operación en Morelos, Guerrero y estado de México.
En el caso del cártel de Juárez, llamado por las autoridades organización Carrillo Fuentes, y que hasta 1997 era liderado por Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos, disminuyó su presencia de 20 entidades a sólo una: Chihuahua. Sus células delictivas son conocidas como La línea y Los aztecas, y ambas operan en México y Estados Unidos. De este grupo delictivo fue detenido en octubre de 2014 su líder, Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy.
La organización de los Beltrán Leyva, encabezada hasta el primero de octubre de 2014 por Héctor Beltrán, continúa operando y es una de las agrupaciones más importantes, ya que tiene presencia en cinco entidades: Sonora, Sinaloa, Guerrero, Aguascalientes y Baja California Sur.
El número de células delictivas de este grupo disminuyó de 19 a siete: Los mazatlecos, el grupo Del 2000 o El Panchillo, Los Granados, Los rojos, La oficina, Los ardillos y el Cártel independiente de Acapulco (cuyo líder fue detenido la semana pasada).
Los Zetas ya sólo tienen presencia en cinco entidades
Los Zetas, refiere la información de la PGR, ya sólo operan en cinco entidades: Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Tabasco y Guanajuato. En comparación con registros de 2013, ya no tienen presencia en San Luis Potosí, Zacatecas ni Quintana Roo.
Algunas de las células de Los Zetas desaparecieron, como Los talibanes, Los legionarios y Los hijos del diablo. Sin embargo, surgieron Sangre zeta, Grupo operativo zetas, Comando zetas, El círculo, El Extranjero, Unidad zetas, Néctar lima, Grupo delta zeta, Los negros y Fuerzas especiales zetas. El 4 de marzo fue detenido su líder, Omar Treviño Morales.
Respecto del cártel del Golfo, la PGR refiere que ya sólo opera en Quintana Roo y Tamaulipas (aunque otras fuentes del gobierno lo ubican en Guerrero, Veracruz, San Luis Potosí y Oaxaca). Esta organización criminal cuenta con el apoyo de 13 células delictivas: Los metros, Los rojos, La coste, Grupo dragones, Grupo bravo, Grupo pumas, Grupo de apoyo ceros, M3, Los freitas, Los sierra, Los pantera, Ciclones y Los pelones.
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