Si no me voy con mi vieja, me levanta la contra a mi también

Todos los jueves jugaba con mi compadre al dominó. A veces nos veíamos en los mariscos que estaban cerca de uno de sus cantones, pero esa vez nos vimos en una florería que el bato tenía en una zona más o menos fresona.

Toda la bola de cabrones que nos juntábamos acostumbrábamos ponernos hasta el culo. 

Y aún así, la neta, estaba curada; o sea: agarrábamos cotorreo leve, que un güey contaba chistes, que ji-ji-jí, que ja-ja-já, que a toda madre. Nadie la hacía de pedo.

La bronca era, al menos para mí, que siempre era un pinche pleito con mi ruca: siempre me hacía un pancho porque ya sabía que los que nos juntábamos éramos una bola de borrachos. Cada que que me iba al dominó era un pedote, que Ya te vas a poner hasta el culo.


Que Ya te vas a juntar con esos cabrones, que Si no regresas temprano te corto los huevos. Mi ruca amenazaba hasta a mi escolta, que me trajera temprano, que si no, ella se ocuparía de cortarle los huevos a él. Pinche vieja loca. 

El caso es que después de tanto regaño, ese día decidí retachar temprano al cantón para que no hubiera pedos en la casa. Mire, Compadre, mi ruca me la está haciendo de pedo muy cabrón, tengo que regresarme porque si no, la neta que me divorcian. Pinche mandilón, me dijo, que Cómo te vas a ir así, que Ahorita me acaba de hablar el Cholito, que va a caer. Ese güey, el Cholito, nunca iba al dominó. El Compadre me dijo que el bato quería que todos estuviéramos ahí, que dizque quería consultarnos un asunto y, de paso, apostarnos una feria en el dominó. Me sorprendió cabrón: se rumoraba que el bato, después de que el ejército se había llevado al Jefe, dizque había hecho tratos con los Contras. Pinches rumores, pues, que uno escucha y sabe que son habladurías. Pues Compadre, le dije, la neta que sí quisiera saludar al Cholito, pero neta que si no me voy mi vieja me castra. Oh qué la chingada, el bato emputado, pues a chingar a su madre. Me fui. Llegué a mi cantón temprano y, aún así, mi vieja me la hizo de pedo. Esa noche levantaron a mi Compadre y a toda esa bola de cabronas. No los volví a ver.”

II. Contras es la palabra que alude al competidor o enemigo en la jerigonza narca; también es el adjetivo que durante los ochenta se usó para mentar a los movimientos guerrilleros opuestos al régimen del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua. La palabra “contrarrevolucionarios”, larga para un encabezado, fue acortada así por diarios locales de la época. Los Contras fueron auspiciados por Estados Unidos mediante una red de tráfico de cocaína que gestionó la CIA utilizando a México como trampolín. Agentes federales gabachos introdujeron toneladas de la también denominada "caspa del diablo" a sus fronteras para entrenar, armar y abastecer a los Contras con los dividendos. El Frente Sandinista había instaurado un gobierno progresista de izquierda en 1979, luego de haber logrado derrocar la dictadura de la familia Somoza, en el poder desde 1936. Los Somoza sumieron a Nicaragua en la miseria absoluta al permitir la explotación de los campos mineros y cafetaleros por parte de corporativos gringos. La operación orquestada por la CIA consistió en profesionalizar, con la ayuda del Cártel de Medellín y exiliados cubanos en Miami, las rutas de tráfico de droga en México, incluyendo pistas de aterrizaje y despegue tanto en Yucatán como en el Pacífico. 

Así fue como el Cártel encabezado por el llamado Señor de los Cielos Carrillo se consolidó: gracias a los contactos de la CIA y a la anuencia del entonces presidente (y ahora malogrado) Miguel de la Madrid Hurtado. Gary Webb, periodista del Mercury News de San José, hizo pública esta red de narcotráfico en un reportaje basado en informes desclasificados y entrevistas con ex funcionarios de la DEA. El trabajo, titulado Dark Alliance, reveló la participación de los Estados Unidos en la consolidación de los cárteles de la droga en México y Colombia; también evidenció la responsabilidad de la CIA en el recrudecimiento súbito delconsumo de piedra (perico base o crack) en las comunidades marginales de las capitales financieras del Gabacho, mientras se financiaba a los Contras en Centroamérica. Luego de la publicación de estos artículos, ninguna de las grandes empresas mediáticas volvió a contratar los servicios periodísticos del reportero. La mañana del viernes 10 de diciembre del 2004, Gary Webb apareció con dos balas en la cabeza. 

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