Triple EJECUCION de ACTIVISTAS e hijas , entre robo y crimen pasiona

El asesinato de la activista Aidé Fierro y sus dos hijas sacudió a la sociedad tijuanense y puso de manifiesto el nivel de inseguridad que enfrentan los ciudadanos que habitan las colonias marginadas, cuyas denuncias son ignoradas. No obstante, en la investigación del múltiple asesinato no se descarta como línea la liga sentimental de la víctima

La madrugada del viernes 16 de diciembre, al interior de su propia vivienda, Aidé Guadalupe Fierro y sus dos hijas fueron golpeadas brutalmente, hasta perder la vida; cometido el crimen su agresor prendió fuego a la humilde morada.

El estado de ignición de los cuerpos de las dos menores de edad –10 y 15 años– fue tal que impidió su identificación y hace necesario un estudio de ADN para que las autoridades puedan entregarlos a sus familiares.


El hecho ocurrió en la colonia El Niño, una de las más marginales de Tijuana en donde los robos, asaltos y venta de drogas son el pan de cada día, aunque las estadísticas de Seguridad Pública establecen otra realidad, al ponderar un índice a la baja.

Particularmente son los habitantes de la calle homónima del referido asentamiento los que a diario son víctimas de robos y asaltos a mano armada, “por temor no denunciamos, aunque identificamos a los ladrones”.

Pero Aidé Fierro, activista de causas sociales, fue la excepción. Ella no solo denunció la serie de hurtos que registró en su humilde casa –el último apenas un par de semanas antes de ser asesinada–, sino también recogió los agravios contra sus vecinos y los asentó en quejas interpuestas en la Delegación La Presa Este.

Ninguna autoridad actuó y los actos delictivos continuaron a la alza; alarmados, algunos vecinos optaron por cambiar de domicilio, mientras que los que se quedaron habitan con temor de ser víctimas de los delincuentes.

Pero las denuncias presentadas por Aidé no es la única línea de investigación que siguen las autoridades, la línea sentimental de la joven mujer es otra arista sujeta a indagación. Un ex convicto de Estados Unidos, una de las últimas parejas de Aidé, fue de las últimas personas que los vecinos dicen haber visto ingresar al domicilio de la víctima.

Aide, Gloria y Mia

Paradójicamente hasta antes de la muerte de la mujer de 40 años y sus dos hijas, los habitantes de la calle El Niño no recuerdan haber visto ninguna patrulla vigilando, actualmente elementos de Seguridad Pública Municipal custodian el domicilio en el que se registró el asesinato.

La víspera del crimen

El jueves 15 de diciembre de 2016, Aidé Guadalupe se presentó a las 8:00 horas en el consultorio de la parroquia del lugar, en donde se empleaba como asistente.

Ahí comentó con amigas el malestar que la aquejaba en los pulmones y el reciente robo domiciliario del que había sido objeto a finales de noviembre de 2016, en el que sustrajeron de su domicilio una computadora portátil y una televisión.

A su casa volvió ya de noche y se encerró con sus hijas, Gloria de Jesús Fierro Castro, de 15 años, y Mía Aidé Bustos Fierro, de 10 años. Sería la última vez que sus vecinos las verían con vida.

Algunos vecinos que retornaron a sus hogares la madrugada del viernes 16 de noviembre, observaron a un residente de nombre Luis parado fuera de su domicilio, ubicado casi frente a la casa habitada por Aidé y sus hijas. Es precisamente a este sujeto al que ubican como uno de los autores de la ola de robos registrados en los últimos meses en el sector.

Fuera de eso, nada extraño observaron quienes habitan el caserío de la calle El Niño, tampoco escucharon ningún grito, ni ruidos extraños esa madrugada.

Fue hasta pasadas las 4:00 de la madrugada del viernes, cuando el fuego que arrasaba la vivienda que 15 años atrás un grupo de activistas americanos le había construido a Aidé, despertó a los vecinos.

Alarmados pidieron ayuda, pero cuando Bomberos llegó las llamas ya había arrasado con la vivienda y sus moradoras. Horas después fueron sacados del domicilio los cuerpos carbonizados de las dos menores y el de Aidé.

Demandan atender inseguridad

Grupos sociales, empresariales y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el cual militaba Aidé Fierro, se han pronunciado en contra del violento crimen del que fueron víctimas la joven mujer y sus dos hijas.

A las autoridades municipales y estatales demandan atender el problema del narcomenudeo y de la seguridad.

Particularmente al gobierno de Francisco Vega de Lamadrid reclaman atender el problema de la inseguridad “el cual se le ha desbordado y no hace anda por revertir la ola de robos violentos, la incidencia de robos comunes registra una alarmante alza y no actúa en consecuencia”, denunció la diputada federal Nancy Sánchez.

Jorge Alberto Tsutsumi Valenzuela, ex delegado de la Presa y padrino de Mía, la hija de 10 años de Aidé, fue el primero en exigir justicia por el asesinato de esta familia.

Dice haber acompañado a Aidé en las quejas que presentó en la comandancia de La Presa Este, tanto por los robos de que había sido objeto, como por lo que sus vecinos le denunciaban.

“Esa zona es tierra sin ley porque las autoridades no la atienden, no hay vigilancia policiaca y los delitos que se denuncian no se investigan, los habitantes viven con miedo, eso tiene que parar”, exigió.

Conminó al gobernador Kiko Vega a poner énfasis en el tema de narcomenudeo, “porque de ahí derivan los robos que tenemos en nuestras comunidades, tenemos una cantidad impresionante de adictos que esperan que te descuides para robarse cualquier cosa del patio, tanque de gas, ropa del tendedero y, como en el caso de Aidé, hasta se meten a los domicilios”, subrayó.

“Si la procuradora Perla del Socorro Ibarra, o la gente que tiene en el área de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado no están generando los resultados que merecen los ciudadanos, ya de plano que los cambie, urge una sacudida en el tema de seguridad pública”, subrayó.

Ciudanos viven con temor

Para Genero de la Torre, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, la pronta liberación de quienes perpetran delitos de bajo impacto, como robos a casa habitación y asaltos, ha inhibido a los ciudadanos a presentar denuncias, por temor a represalias de los delincuentes.

“Por eso buscamos conformar, en coordinación con las autoridades, un sistema de protección a víctimas, de tal forma que el Nuevo Sistema de Justicia Penal no exponga a los ciudadanos que denuncias, como sucede actualmente”.

Es esto precisamente lo que ha propiciado una baja en las denuncias, lo que no significa que los delitos vaya en descenso, por el contrario, el que no se señalen deriva impunidad y crecimiento en la delincuencia, señaló.

También pidió a las autoridades atender con urgencia los delitos derivados del tema del narcomenudeo y la drogadicción que se registra en Tijuana, “fuera de grupos sociales no hay quien atienda el tema de las adicciones, por lo que buscamos que en Baja California se dé inicio la Corte de Droga, la cual se encargaría de someter a una rehabilitación real a los enfermos de adicción”, expuso Genaro de la Torre.

Colocan altar en ingreso en la vivienda de las victimas

Los adictos “laceran a la sociedad”, manifestó, pero más que delincuentes debemos verlos como enfermos, problemática social que el gobierno tendría que estar atendiendo, anotó.

La investigación

A casi una semana de ocurrido el triple homicidio, la Procuraduría General de Justicia del Estado sostuvo registrar “un avance importante para esclarecer el homicidio de una mujer –Aidé Fierro– y sus dos hijas”.

Las denuncias de robo interpuestas por la activista social, es una de las principales líneas de investigación que siguen las autoridades, pero no es la única. No se descarta la línea personal y sentimental.

“Uno de sus últimos novios tenía mal aspecto, lleno de tatuajes, hasta había estado en la cárcel en Estados Unidos, fue de las últimas personas –ajenas a la familia Fierro- que se vio entrar en la casa”, indicaron los vecinos en un sondeo realizado por ZETA. De eso hace ya varias semanas, pero “fuera de Aidé y sus hijas, a nadie más veíamos entrar a esa casa”, apuntaron.

“No descartamos ninguna línea de investigación”, reiteraron las autoridades de la PGJE.

Aunque en un reporte preliminar expuesto el día del homicidio se presumió que las víctimas podían haber sido abusadas sexualmente, el resultado de la necropsia descartó la violación. Traumatismo craneoencefálico fue la causa de muerte de la mujer y sus hijas.

El cuerpo de Aidé, aunque registró severas quemaduras, pudo ser identificado por los peritos del Servicio médico Forense (SEMEFO) de Tijuana, no así el de las menores.

Y aunque los restos de Aidé fueron liberados por las autoridades, Víctor Fierro, hermano de la activista, decidió dejarlo en SEMEFO hasta que sean liberados los cuerpos de sus dos sobrinas, para un funeral conjunto.

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