Al cumplir 30 años en prisión, Carlos Lehder es hoy el espejo en que se mira ‘El Chapo’ Guzmán

El expresidente Barack Obama le negó el año pasado al capo colombiano un pedido de clemencia que le habría permitido salir en libertad, y todavía le quedan tres años de cárcel.

El hombre que según algunas versiones se ideó la frase “preferimos una tumba en Colombia a un calabozo en los Estados Unidos” con la que se identificó el grupo de Los Extraditables (el club de narcotraficantes que enfrentó al estado colombiano entre 1986 y 1991), y que según el piloto personal de El Chapo Guzmán era una especie de mantra que recitaba el capo mexicano cuando estaba nervioso antes de ser extraditado, cumple este 4 de febrero 30 años de estar recluido en distintas cárceles de Estados Unidos.

Carlos Lehder Rivas, uno de los jefes del llamado Cartel de Medellín , a quien se le atribuye el haber masificado el tráfico de cocaína con aviones que llegaban cargados de droga a Cayo Norman, su isla personal en las Bahamas, para ser distribuida luego por todo Estados Unidos, fue capturado el miércoles 4 de febrero de 1987 en un pequeño pueblo cerca de la ciudad de Medellín, en el noroeste de Colombia. 


A las pocas horas de ser capturado, Lehder fue montado en un avión de la DEA que lo condujo a la ciudad de Tampa, Florida, y fue recluido en una cárcel de máxima seguridad. Fue el primer capo del narcotráfico en ser extraditado a Estados Unidos. Luego de un juicio que duró seis meses, Lehder fue encontrado culpable de introducir a Estados Unidos más de tres toneladas de cocaína, y fue condenado a cadena perpetua más 135 años y a pagar una multa de 350,000 dólares.

Desde el momento mismo de su llegada a Estados Unidos Lehder alegó que su entrega había sido ilegal, puesto que el acuerdo que regía la extradición entre Colombia y Estados Unidos había sido declarado inconstitucional meses antes de su captura. Durante el juicio, Lehder trató de presentar su extradición como un secuestro, pero la fiscalía desechó sus alegatos y el jurado lo encontró culpable de todos los cargos que se le imputaban. Tras su condena, Lehder fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Marion, Illinois, en condiciones de extrema dureza.

Lehder apeló sin éxito su sentencia y en 1991 decidió aceptar un acuerdo de cooperación con el gobierno de Estados Unidos para testificar en contra de Manuel Antonio Noriega, quien había sido arrestado por las tropas estadounidenses que invadieron Panamá finales de 1989 y llevado a los tribunales con cargos de narcotráfico. Como resultado de su colaboración, la condena de Lehder fue reducida a 55 años de cárcel sin derecho a libertad condicional y las características de su reclusión fueron mejoradas de manera considerable.

Desde entonces Lehder ha pasado por distintas prisiones y, según personas que han tenido contacto con él en estos 30 años, se levanta todos los días pensando en qué hacer para lograr su libertad. Para ello ha intentado de todo: apelar el cambio de sentencia por considerar que no se ajustó a lo acordado con la fiscalía; escribir una carta al presidente de Colombia para solicitar su intervención ante las cortes de Estados Unidos, y, por último, pedir clemencia al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que redujera su sentencia de 55 a 48 años, lo que le hubiera permitido salir de la cárcel por pena cumplida.


En todos los casos, los argumentos de Lehder tenían que ver con el hecho de que, según él, la Fiscalía no cumplió con los términos del acuerdo al que llegaron para testificar contra Noriega. Lehder dice que le prometieron una sentencia no mayor a la que le impusieran al exgobernante panameño. Noriega fue sentenciado originalmente a 40 años de cárcel, pero después de una apelación la pena se redujo a 30 años y, finalmente, por buena conducta, terminó en solo 17 años.

(Al salir de la cárcel en Estados Unidos Noriega fue extraditado a Francia, donde fue condenado en 2010 a siete años de prisión por blanquear dinero del narcotráfico. Al año siguiente, sin embargo, los franceses decidieron mandarlo a Panamá, donde le esperaba una condena de 20 años por la muerte del médico opositor Hugo Spadafora. En días pasados una juez le permitió salir temporalmente de la cárcel para seroperado de un tumor en la cabeza).

Aparte de la condena contra Noriega, Lehder argumentaba que su sentencia era inconsistente con otras impuestas en procesos similares al suyo. Es el caso de Fabio Ochoa, también líder del cartel de Medellín, capturado en Colombia durante la llamada Operación Milenio, quien luego de ser extraditado recibió una sentencia de 30 años de cárcel. Prevaleció entonces un acuerdo entre Colombia y Estados Unidos (posterior a la extradición de Lehder) según el cual ningún extraditado por el país sudamericano podría recibir una condena superior a 30 años de cárcel.

En su petición al presidente Barack Obama para que le conmutara su sentencia (sometida a la consideración de la Oficina de Perdón del departamento de Justicia y a la propia Casa Blanca en mayo de 2014), el propio Lehder escribió que “la evolución del sistema de justicia estadounidense y la modificación de las guías de sentencia en los casos relacionados con cocaína corroboran que una sentencia tan mostruosa de 55 años de cárcel sin derecho a libertad condicional, después de una cooperación exitosa –asistencia sustancial– con las autoridades, no existe en el sistema de justicia americano”.

El día 6 de abril de 2016, sin embargo, Clive Satafford Smith, director de Reprieve, una organización no lucrativa dedicada a “ayudar a las personas que sufren abusos extremos de manos de gobiernos poderosos”, y quien presentó la solicitud de clemencia a nombre de Lehder y de su familia, recibió un mail de la Oficina de Perdón del Departamento de Justicia, negando la solicitud: “La aplicación para la conmutación de la sentencia de su cliente, Carlos Enrique Lehder-Rivas, fue considerada cuidadosamente en el Departamento y en la Casa Blanca, y la decisión fue que esa acción favorable no está justificada. Por lo tanto, la aplicación de su cliente fue negada por el Presidente el 6 de abril de 2016. Por favor, comuníqueselo a su cliente”.

La clemencia presidencial parecía la última oportunidad que tenía Carlos Lehder para reducir su tiempo de permanencia en la cárcel.

“Carlos ha estado un largo, largo tiempo en prisión. Ha sido un prisionero modelo. ¿Qué más tiene que hacer para hacerse acreedor a su libertad y qué propósito tiene que lo mantengan encerrado?”, dijo Stafford Smith a Univision Noticias. La clemencia presidencial parecía la última oportunidad que tenía Carlos Lehder para reducir el tiempo de permanencia en la cárcel. Y el propio Stafford Smith considera que no habrá una oportunidad similar. “Obama era la mejor apuesta, porque estaba saliendo de la presidencia”, dijo. De hecho,Obama conmutó 1,176 sentencias (incluyendo 395 condenas a cadena perpetua) y otorgó 148 perdones a presos durante su gobierno. En la mayoría de casos, en procesos relacionados con droga.

Ahora Lehder, quien permanece en el sistema de testigos protegidos del gobierno de Estados Unidos (con unas condiciones de reclusión mucho más suaves que las que tuvo al comienzo de su condena), tendrá que esperar el cumplimiento de los términos relacionados con su sentencia. Un documento de la Corte del Distrito Central de Florida, en poder de Univision Noticias, señala como fecha obligatoria para la liberación del narcotraficante colombiano (después de las rebajas por trabajo y buen comportamiento) el mes de febrero del año 2020, con la posibilidad de obtener una detención domiciliaria a partir de agosto de 2019. De darse este último caso, Lehder habrá pasado un total de 32 años y medio en cárceles de Estados Unidos, y para entonces estará a punto de cumplir 70 años de edad.

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