"Hija llama a la ambulancia... desmembré a tu mamá"

Tampico, Tamaulipas.- A ocho meses que Andrés Pérez Maldonado de 46 años, de oficio plomero, asesinó a machetazos a su esposa Marisela Rojas Santiago de 36 años, él sigue estando prófugo, incluso hasta hace tres meses lo vieron en el domicilio donde le quitó la vida a la madre de sus tres hijos, el 7 de junio del 2016. 

Eso es lo que indican vecinos del lugar, incluso una muy cercana que por temor a represalias, omitió dar su nombre, pero comenta que aquél día después que las autoridades hicieran su trabajo, esta persona regresó a dormir al lugar del hecho y su hija Ariadna Jazmín Pérez Rojas supo de eso.

Menciona que ambos mantienen comunicación y ha habido ocasiones aparte de aquella noche en que ha dormido en el domicilio ubicado en la segunda planta de la vivienda que se encuentra en la calle Anguila 119 B, entre Lobinas y Avenida Central en el Fraccionamiento Pórticos de Miramar.


La vecina recuerda perfectamente: “Eran como 12:30 del día, estábamos en casa haciendo la comida y vimos cuando los dos (Andrés y Marisela), regresaban de tener un encuentro en el DIF, incluso pensamos habían arreglado las cosas, porque hasta tomados de la mano caminaban”, esto después de mucho tiempo que sabían estaban separados.

Aproximadamente media hora después, vieron a la hija (Ariadna) gritando desesperada, pidiendo ayuda, fue entonces cuando varios vecinos salieron y la apoyaron para romper una de las ventanas, pues la puerta se encontraba trancada con el seguro y no pudieron abrir con las llaves que ella traía.

“La hija andaba pidiendo auxilio porque no pudo abrir la puerta, por la ventana al mover la cortina vio que su mamá se encontraba en un charco de sangre, ella ya estaba agonizando, estaba muy mal, había mucha sangre; porque se encontraba cortada de las manos, de todos lados”, indica.

Los vecinos que habitan alrededor indicaron no haber escuchado nada, ni gritos o alguna discusión, “Estaban los vecinos que viven a lado y la señora de la tienda y nadie escuchó nada”.

En lo que esperaban la ambulancia y se prestaban los teléfonos para pedir ayuda, escuchó cuando Ariadna hablaba con una tía a quien le platicó lo que su papá había hecho.

“Él me dijo, hija ve a la casa, llama a una ambulancia, tu mamá está mal, hice una pendejada, perdóname por lo que hice, rápido llama una ambulancia”, le contaba la joven a su tía.

La hija llegó corriendo para ver lo que había pasado, y al entrar al departamento “la señora tenía partida la cara y la masa encefálica había una parte por fuera y en el piso, las manos las tenía cortadas, mientras que los dedos se encontraban tirados por otro lado”.

Marisela murió dejando a tres hijos, los dos más chicos se encuentran con su hermana, pero no estudian debido al gasto que representa, pues Ariadna se encuentra casada con dos pequeños y es mucha la responsabilidad. El más grande debería estar en la prepa, y el más chico está recibiendo tratamiento psicológico en el DIF.

Sabe que Ariadna se encuentra en comunicación con su padre, el cual ha cambiado de apariencia, se cortó el cabello y usa lentes oscuros para no ser reconocido, lo han visto en los autobuses en varias colonias de esta ciudad; ya que trabaja como plomero.

La vecina entrevistada ignora porqué las autoridades no lo han agarrado, incluso en la casa se encontró el machete que él tiró en la basura de la cocina.

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