Ciudad de México.-Antes de marcharse de la casa de su abuela, Rodrigo Jesús Hernández, de 21 años, fue a la habitación de su prima Carolina y se despidió de ella en tono amable.
Eran las 8:40 horas del pasado 2 de febrero y la joven, que apenas despertaba, le dijo somnolienta que estaba bien.
Lo vio marcharse de la vivienda sin sospechar que en los cuartos de al lado, su primo Rodrigo acababa de terminar con la vida de su hermano Saúl, de 22 años, y había herido de gravedad a su abuela Elpidia, de 66 años de edad, a quien abandonó creyéndola muerta.
Horas más tarde, aproximadamente a las 14:00 horas, se descubrió lo ocurrido.
De acuerdo con la reconstrucción del caso, hecha por la Procuraduría capitalina, fue una tía de Saúl quien lo encontró ensangrentado en su cama. A sus pies estaba un mazo con el que presuntamente fue asesinado. En ese momento, la mujer le dijo a Carolina que buscara a su abuela.
Como no abría su habitación, ubicada en ese mismo predio, buscaron copias de las llaves de su puerta para ingresar, y la encontraron gravemente herida. Elpidia aún tenía signos vitales y fue trasladada por paramédicos a un hospital.
A los primeros policías preventivos que llegaron a la vivienda, ubicada en la calle de Volcán Xitle número 21, en la colonia Tlaxopan, en Xochimilco, Carolina les contó que su hermano Saúl y su primo Rodrigo Jesús, habían llegado juntos durante los primeros minutos de la madrugada.
Saúl le dijo que su primo se quedaría a dormir en su cuarto. Ella se fue a dormir y no se enteró de lo que ocurrió después.
Carolina y su tía contaron que Rodrigo fumaba marihuana y que además había recibido tratamiento por padecimientos psiquiátricos. También que no le gustaba convivir y tenía problemas con su mamá y otros familiares por estar desempleado y tener trabajos ocasionales.
Mencionaron que tenía tatuajes, entre ellos unas alas en la espalda y cicatrices en ambos brazos por heridas que él mismo se causaba.
Con esa información, los uniformados —junto con los familiares— fueron a buscarlo a la casa de su madre, en la calle Ciruelos número 54 bis, colonia San José Zacatepec, muy cerca de ahí.
Al ingresar a la vivienda encontraron tirada en la cocina y sin vida a Columba Flores, de 47 años, madre de Rodrigo. Ella presentaba golpes en la cabeza.
En una recámara, al fondo del predio, encontraron a Damián, de 5 años, y el menor también había sido golpeado en la cabeza; estaba tapado con una sábana.
En otra cama individual estaba Diana, de 21 años, madre del pequeño y pareja sentimental de Rodrigo. También había sido asesinada a golpes.
En la revisión inicial de la habitación de la pareja se encontraron varias portadas de revistas pornográficas, así como el libro “Mi Lucha” de Adolfo Hitler.
En el anfiteatro se descubrió que el niño tenía pintado en el abdomen una figura que según los investigadores hace alusión a la “fuerza”; las autoridades investigan si Rodrigo se lo pintó después de asesinarlo.
Como parte de la investigación se supo que antes de huir, el sospechoso robó dinero de casa de su abuela.
Los encargados de la investigación detectaron que el tatuaje de tres líneas que Rodrigo tiene en el pecho es de un músico denominado “Skrillex”. Fotografías de ese personaje fueron encontradas en su muro de Facebook. La policía considera que los crímenes los cometió bajo el influjo de una droga y que a las personas que atacó les tenía resentimiento, porque a su prima Carolina no la agredió, a pesar de que su recámara no tenía seguro.
Rodrigo cuenta con familiares en Ecatepec, Estado de México, en Puebla, y su padre vive en Toluca.
Pero, aunque los agentes de la Policía de Investigación han montado guardias en todos los sitios mencionados, hasta ahora no ha sido capturado.
0 comentarios:
Publicar un comentario