Un grupo especial de la Policía Federal (PF) detuvo a tres presuntos operadores del grupo delictivo Cártel del Sur durante un operativo realizado el martes pasado en el poblado de Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo.
Este grupo delictivo, remanente del cártel de los Beltrán Leyva que opera en la región de la Sierra y la capital del estado, se enfoca en el procesamiento de la goma de amapola para crear la heroína blanca o China White que se exporta a Estados Unidos donde es considerada uno de los narcóticos de mayor demanda.
El kilo de China White tiene un precio en el mercado de 23 mil dólares y la zona de la Sierra de Guerrero se ha convertido en el principal productor de esta droga procesada en laboratorios clandestinos ubicados en esta franja de la entidad considerada como la principal zona productora de amapola en el país, indica un reporte oficial de la PF.
La acción policiaca que forma parte del operativo denominado Nuevo Acapulco, se realizó el martes pasado en el poblado de Chichihualco donde fue detenido Concepción Guevara Gómez El Pelón, de 28 años y considerado como jefe de una célula criminal al servicio del grupo denominado “Cártel del Sur”.
También, fueron detenidos Jovani Antonio López Pastor El Tony, de 25 años y originario de Izotepec, municipio de General Heliodoro Castillo, así como una adolescente de 16 años, señalada como pareja sentimental de El Pelón.
Los tres inculpados fueron detenidos por los delitos de delincuencia organizada, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y contra la salud.
De acuerdo con el comunicado federal, El Pelón se desempeñaba como jefe de plaza en Chichihualco; controlaba la venta y distribución de droga y administraba el pago de la siembra y cosecha de la goma de amapola en diferentes poblados de la Sierra.
La goma recolectada, refiere el informe oficial, era entregada a una persona identificada como Martín Piña Gómez, El Charro, quien se encarga de “cocinar” y elaborar la droga denominada China White, cuyo costo es de 23 mil dólares por kilo. Esa cifra contrasta con los 10 mil pesos que los “coyotes” les pagan a los campesinos por cada kilo de opio.
Las autoridades federales refieren que el municipio de Leonardo Bravo, administrado por el alcalde perredista Leopoldo Cabrera Chávez, prácticamente es controlado por la delincuencia que se encarga de la siembra de amapola y procesamiento de heroína blanca.
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