Monterrey, Nuevo León, 4 de marzo de 2015.- Sin que se efectuara un solo disparo, y mientras dormía, Omar Treviño Morales.
Señalado como líder de un grupo de la delincuencia organizada, fue detenido en una residencia del municipio de San Pedro por militares y agentes de Inteligencia de las Fuerzas Federales.
Este operativo donde participo el Ejército Mexicano, la Marina y Armada de México y la PGR.
Donde se entregó sin resistencia.
Información que fue confirmada por el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz: "Gracias a un esfuerzo muy importante del gobierno de coordinación del gobierno de la república gracias también a acciones de inteligencia ustedes se han dado cuenta de la detención de un líder importante de la delincuencia de un cartel de la droga aquí en el estado de Nuevo León y esto para Nuevo León y el resto de la República tiene un gran significado".
Una vez que fue llevado a un hangar en el Aeropuerto del Norte para ser trasladado a la capital del país, las autoridades iniciaron con un cateo en el domicilio que estaba resguardado.
En este lugar se observó que arribaron elementos de criminalística a bordo de camionetas blindadas para levantar algunas evidencias, entre ellas, cuatro vehículos estacionados en la cochera de la residencia.
De acuerdo a vecinos del sector, esta vivienda todavía el año pasado estaba en venta en alrededor de 15 millones de pesos.
Alrededor de las 8:00 de la mañana , los elementos federales se retiraron del domicilio, sin aplicar ningún tipo de sellos o cintas preventivas, a través de un cristal de la puerta principal de la vivienda de dos plantas, se pudo observar que en el recibidor del domicilio hay un altar a la Virgen de Guadalupe.
A la distancia también se aprecian un tapete de piel exótica, y al menos el cráneo de un buey y dos pares de cuernos colgados en las paredes, así mismo, varias bolsas de regalo.
Media hora después de que las autoridades se habían retirado del sitio, de la residencia salieron cinco mujeres acompañadas de cinco menores de edad, todos con los rostros cubiertos con playeras, bufandas y chaquetas, extraoficialmente se dijo que eran parte de la servidumbre.
Ellos se enfilaron con un caminar acelerado hacia el interior de la colonia para perderse entre sus calles.
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