Las verdaderas 'Reynas' del narcotrafico

En el mundo del narcotráfico son muchas las historias de bellas mujeres que se han dejado seducir por la riqueza y excentricidades de los capos. 



Reinas de belleza, presentadoras, actrices y figuras públicas son relacionadas como las parejas sentimentales de los mafiosos.



Sin embargo, algunas no se conformaron con ser una posesión más  de sus maridos mafiosos y poco a poco  empezaron a ocupar cargos importantes en las estructuras criminales. A continuación, nombramos algunas mujeres que incluso llegaron a ser las jefas de los carteles con cientos de hombres a su mando:

Angie Sanclemente, reclutadora de modelos        


Angie Sanclemente, modelo colombiana y  reina del café en el 2000, fue condenada a más de seis años de prisión en Argentina por intentar traficar cocaína a España a finales del año 2009. Sanclemente fue acusada de liderar una red que transportaba el alcaloide por correos humanos (mulas) y fue detectada después de que una  bella colombiana de 21 años fuera detenida en el aeropuerto Ezeiza de Buenos Aires.

Nunca aceptó su responsabilidad, sin embargo, para las autoridades la bella modelo ocupaba un cargo importante en la organización criminal. También fue relacionada con un capo mexicano conocido con el alias de ‘El Monstruo’, pero después se separó.



Annel Violeta Noriega Río, alias ‘La Bonita’

Fue capturada en Los Ángeles, EE.UU, el 27 de junio de 2012. Esta mujer era muy buscada por su participación en el cartel de La Familia Michoacana y el cartel de Sinaloa.  Era la encargada de la distribución de metanfetaminas y marihuana en algunas ciudades de Estados Unidos.


Sandra Ávila Beltrán, ‘La reina del Pacífico’


Tiene el narcotráfico en sus genes. Mejor conocida como ‘La Reina del Pacífico’ es una narcotraficante nacida en  1960 en Baja California. Desde joven estuvo vinculada con el mundo de los capos y la droga por ser sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, alias ‘El Padrino’, fundador del primer cartel de Guadalajara y además,  tuvo relacionessentimentales con varios capos mexicanos y colombianos hasta que fue detenida en 2007. Estuvo cinco años presa en México y uno más en Estados Unidos, cuando un juez determinó que cumplió su sentencia y fue repatriada.

Su vida sirvió de inspiración para la telenovela “La Reina del Sur”, protagonizada por Kate del Castillo. En entrevista a medios dijo que su único pecado fue conocer de manera ““circunstancial” a narcotraficantes. Actualmente enfrenta un proceso por lavado de activos y se encuentra detenida en el estado mexicano de Nayarit.

Dolly Cifuentes Villa

Hace parte de una familia involucrada en el narcotráfico, incluido su hermano Francisco Cifuentes Villa, quien fue piloto privado del extinto capo Pablo Escobar hasta que fue asesinado en 2007. Dolly, junto a sus hermanos Alexánder y Jorge Milton, en compañía de María PatriciaRodríguez Monsalve -la viuda de Francisco- asumieron el control de los negocios ilegales y se aliaron con “El Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa.

Durante varios años logró pasar desapercibida para las autoridades. Su principal labor consistía en crear empresas de fachada en Colombia, Panamá, Ecuador y México y lavar el dinero producto del negocio ilícito. Fue extraditada en 2012 a Estados Unidos y se declaró culpable de los cargos de narcotráfico.

Elizabeth Montoya de Sarria, ‘La relacionista’ 


En los medios de comunicación se conoció como la “Monita retrechera” por una conversación que se hizo famosa entre ella y el presidente Ernesto Samper. Y aunque se creía que la inmensa fortuna que gastaba en diamantes, caballos de paso, cientos de pares de zapatos y ritos de santería, era de su marido, Jesús Amado Sarria, en el bajo mundo se sabía que era ella la mafiosa. Su esposo era apenas un policía del que ella se enamoró perdidamente cuando ya estaba enviando cocaína a Estados Unidos. Su relación con el Cartel de Cali, y especialmente con uno de sus más ricos dirigentes, Helmer ‘Pacho’ Herrera, hizo que se conociera con Ernesto Samper en plena campaña presidencial.

Era fría, calculadora y amaba relacionarse con políticos y poderosos. Le gustaban las armas y amenazar de muerte a quienes creía que le habían faltado. Siempre cargaba una Prieto Beretta. Su asesinato sigue sin esclarecerse, pero se cree que la orden provino de Orlando Henao Montoya, uno de los más sanguinarios narcos.

Griselda Blanco, la verdadera reina de la coca

Griselda, una mujer de origen muy humilde que tuvo que aguantar hambre, se hizo un nombre al lado de su primer marido, un ladrón y gatillero conocido como Darío Pestañas. Enviudó pronto y se casó con Darío Sepúlveda, un hombre fuerte en el negocio del narcotráfico que también murió (algunos dicen que a manos de Griselda) y del que ella heredó un poder que amasó e hizo crecer rápidamente. Recia y de sangre fría, no dudaba en matar a sus propios socios y a todo el que se le opusiera. Utilizó a sus tres hijos como parte de su tropa de matones.

Incluso al mayor de ellos lo bautizó como Michael Corleone. Fue la primera mujer en “traquetear” en forma y de ella aprendió Pablo Escobar los secretos del negocio.

Otro caso es el de Marlén Navarro, que pertenecía a una familia acaudalada, que estudió en Estados Unidos y París. Bonita, elegante y muy altiva, se caracterizó por su bajo perfil. Andaba sin guardaespaldas, alejada de las vendettas propias del bajo mundo, hizo una inmensa fortuna a tal punto de pagar los envíos de cocaína siempre en efectivo. Fue capturada en Venezuela en una operación de la DEA. Fue condenada por narcotráfico y lavado de activos. En noviembre de 2012 fue asesinada mientras realizaba una compra en un supermercado en Medellín.

María Patricia Rodríguez Monsalve, ‘La Señora’

A mediados de 2007, después que fuera asesinado su esposo Francisco Cifuentes Villa, narcotraficantes confeso que estaba en negociaciones con la DEA para su entrega, MaríaPatricia dejó de ser una ama de casa de clase alta para convertirse en ‘La Señora’.


Después del asesinato de su esposo, María Patricia recibió una llamada que la hizo tomar una decisión que cambiaría el rumbo de su vida: su esposo le debía varios millones de dólares al jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. En vez de vender la herencia que le dejó su marido para pagar la deuda, Rodríguez decidió trabajar con ‘El Chapo’.

Coordinaba a los pilotos (también era piloto de avionetas aficionada) y sostenía reuniones con emisarios del ‘El Chapo’ en Panamá. Después regresaba a Medellín y seguía una doble vida: en las mañanas asistía durante varias horas al gimnasio y era, según los investigadores que la seguían, visitante asidua de spas y salas de masaje. “Llevaba una vida normal, tenía un apartamento lujoso, pero no ostentoso”, recuerda un investigador.

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