Ecatepec, México.- Juan nunca imaginó que sus últimos momentos de su vida los pasaría al lado de los que se suponía, eran sus 'amigos'.
El joven de 16 años jamás creyó que su destino final estaría en manos de las personas con las que convivía día a día y a los que consideraba como sus hermanos, sin saber que estos le tenían preparada una sorpresa: lo descuartizaron.
Fue el día siguiente, en el que el padre de la víctima recibió una terrible noticia: una joven llamada Nohemí tocó su puerta y le informó que su hijo había muerto.
La joven le señaló al hombre que el cuerpo de Juan se encontraba dentro de una obra de construcción.
La chica le dijo a Julio que Juan había estado conviviendo y consumiendo drogas junto a sus “amigos”.
Julio pidió apoyo a una patrulla, y al llegar al lugar antes mencionado, se encontraron con la aterradora escena. La cabeza de Juan estaba envuelta en una sudadera negra, mientras que el resto del cuerpo fue localizado dentro de una cisterna.
Nohemí declaró a las autoridades que los responsables del crimen eran conocidos con los apodos de “Zorrillo", "Ramsés", "Pecas" y "Kiru”.
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