Un capo de la droga colombiano, cuya entrega a las autoridades estadounidenses permitió diezmar a la que había sido una de las organizaciones criminales más poderosas del país, ha logrado negociar un acuerdo en una corte de Estados Unidos, que le permitirá recibir una sentencia de sólo nueve años de prisión.
Luis Enrique Calle Serna fue condenado el 10 de febrero por un tribunal de Nueva York, después de declararse culpable de tráfico de drogas hacia Estados Unidos, informó El Tiempo. Calle Serna llegó a ser uno los narcotraficantes más importantes de Colombia, y se entregó a la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés) en octubre de 2012 para negociar un acuerdo con las autoridades estadounidenses.
Según la acusación del Tribunal de Nueva York, Calle Serna fue un importante miembro de la organización criminal Los Rastrojos, cuando su hermano, Javier Antonio Calle Serna, alias "Comba", era el jefe de la organización. Javier se entregó a la DEA unos meses antes de que lo hiciera Luis, y actualmente está en espera de una sentencia.
Dado que Luis Enrique Calle Serna ya ha pasado cinco años en custodia de Estados Unidos, podría salir de la cárcel incluso en 2020, informó El Tiempo. Según documentos judiciales del año 2015, Calle Serna podría regresar a Colombia una vez cumplida su condena.
Según El Tiempo, Héctor Efrén Meneses Yela, alias "Guara", miembro de Los Rastrojos y socio del Cartel de Sinaloa, también fue condenado a seis años de prisión y se cree que será liberado muy pronto.
Análisis de InSight Crime
La sentencia relativamente corta de Calle Serna llama la atención sobre el problema de los narcotraficantes extraditados que reciben condenas más indulgentes en Estados Unidos que en sus países de origen. A diferencia de la época de Pablo Escobar, quien le declaró la guerra al Estado colombiano por el tema de la extradición, ser enviado a Estados Unidos, en lugar de ser una amenaza, se ha convertido en una oportunidad para llegar a acuerdos de sentencias más cortas. Por ejemplo, en noviembre de 2015, un tribunal de Washington DC sentenció a uno de los más importantes jefes paramilitares, Rodrigo Tovar Pupo, alias "Jorge 40", a sólo 16 años de prisión.
Al mismo tiempo, el sistema de justicia colombiano se ha esforzado por investigar y enjuiciar a grandes criminales sin contar con Estados Unidos. Juan Carlos Calle Serna, hermano de Luis Enrique y un supuesto elemento clave de Los Rastrojos, fue liberado a principios de 2016 después de una corta pena de prisión, pues las autoridades colombianas no pudieron procesarlo por cargos de narcotráfico o lavado de dinero.
Los Rastrojos fueron conformados en el año 2002 como un brazo armado del Cartel del Norte del Valle. Luego se extendieron por toda Colombia y se convirtieron en una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas del país.
Con la entrega de los hermanos Calle Serna y la captura de un tercer líder, Diego Pérez Henao, alias "Diego Rastrojo", en 2012, el poder de Los Rastrojos se desmoronó rápidamente. Sin embargo, recientes operaciones de seguridad indican que el grupo todavía controla lucrativas operaciones de tráfico en la costa del Pacífico colombiano, presuntamente bajo las órdenes de los hermanos encarcelados.
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