El Chapo: la cabeza "ofrendada" a Trump

Unas horas antes de que Donald Trump jurara el cargo de Presidente de los Estados Unidos, el gobierno mexicano soltó una bomba de tiempo: la extradición de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.

Líder del Cártel de Sinaloa que ya había agotado sus recursos legales para permanecer en el país; el traslado del Chapo no solo fue visto en redes sociales como el regalo del canciller Luis Videgaray al magnate, sino también como una inmejorable oportunidad del presidente Enrique Peña Nieto por desviar la atención del gasolinazo, una forma también de contrarrestar la mala imagen de su administración y situar en la palestra pública a otro de sus inconfesados delfines: el canciller que llegó para aprender.


La noticia cimbró Internet: El Chapo Guzmán perdía la batalla legal y era sacado de su reclusión en el Centro de Readaptación Social Número 9 de Ciudad Juárez y embarcado en un vuelo rumbo a la Corte Federal de Nueva York, que lo acusa de tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidio.

Los elementos de la PGR pusieron en manos de agentes de la DEA la custodia del capo sinaloense, que desde las 17:30 horas emprendió el vuelo rumbo a la Costa Este de Estados Unidos, dejando atrás un país sumergido en la indignación por aumento a las gasolinas, la mala administración del gobierno peñanietista y las pifias cometidas tras el anuncio de la “muerte de la gallina de los huevos de oro”.

El panorama internacional se cierne sobre la figura de Guzmán Loera, llegado a ser considerado “el hombre más buscado del mundo”, pero también el narcotraficante más mediatizado no solo por México sino por el gobierno estadounidense.

Ya antes con la asunción del magnate Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos (enemigo jurado de los hispanos), el presidente Peña Nieto regresó a su hombre de confianza, Luis Videgaray, al gabinete federal, tumbando a la anterior canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien se había manifestado en contra de la candidatura de Trump.

Videgaray, cercano a Trump debido a su amistad con Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump, hija del magnate inmobiliario, fue el que organizó la visita del entonces candidato a Los Pinos, por lo que su nombramiento como secretario de Relaciones Exteriores fue visto como clave en las relaciones de México con el gobierno trumpista, una manera de poner a un interlocutor al frente con el republicano considerado racista.

Así, la reacción en medios de opinión y redes sociales no se dejó esperar: el canciller entregaba a Trump la cabeza del Chapo Guzmán previo a su toma de protesta, y el tiro de banda alcanzaba a cubrir el caos y la inconformidad con el Gobierno por las alzas de los combustibles y otros productos básicos. Una carambola tras carambola en el juego de la política.

Durante la campaña de Trump, cabe recordar, desde una cuenta falsa de Twitter del Chapo se amenazó de muerte al candidato republicano, por lo que éste denunció al FBI.

El Chapo también juega

Pero no solo el juego de carambolas se da en las esferas del poder, ya que los analistas dejan entrever que El Chapo Guzmán también juega, al tener toneladas de información sobre el tráfico de drogas, los políticos corruptos y el resto de los capos que se mantienen en libertad. Una bomba informativa que podría mantener en vilo el Estado mexicano.

En el juego de las carambolas, también el Departamento de Justicia de EU se ha visto recompensado con la extradición de los capos mexicanos, al arrebatarles fortunas enteras una vez que son declarados culpables, pues al final el narcotráfico es un negocio redondo, de donde salen dividendos para uno y otro bando.

Un ejemplo es Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, al que se le impuso una multa de alrededor de mil millones de dólares, aunque el pago al gobierno no se ha concretado debido a que se convirtió en testigo protegido.

En cambio a Víctor Emilio Cázares Salazar solo tuvo que pagar diez millones de dólares, a Alfredo Beltrán Leyva también se le multó con la misma cantidad; Osiel Cárdenas Guillén pagó alrededor de 50 millones de pesos así como Bejamín Arellano Félix, solo por nombrar algunos.

En la Corte Federal de Nueva York, al Chapo le esperan cargos de conspiración para importar cocaína y heroína, así como lavado de dinero y homicidio. En esta misma corte fue procesado Jesús Reynaldo Zambada, El Rey Zambada, hermano del Mayo, quien se quedaría como líder absoluto el cártel de Sinaloa.

En definitiva, según los análisis, la ventaja para el oriundo de La Tuna, Badiraguato, será negociar con información, datos que sirvan para capturar, extraditar y desmantelar el cártel que encabeza.

Según como trabaja la DEA, una vez que el gobierno estadounidense logra llegar a enjuiciar a un capo de la altura de Guzmán, rara vez permite negociar reducción de sentencia. Todo depende de la calidad de información que entregue, la utilidad que tenga y los recursos económicos que entregue como “pago al daño causado a la sociedad”.

Juntan los procesos

Aunque el Chapo es reclamado por siete cortes federales en Estados Unidos, será en el Distrito Judicial Este de Nueva York, en Brooklyn, en donde se lleve a cabo su proceso judicial.

Los cargos van desde posesión e introducción de cocaína, lavado de dinero, homicidio hasta manufactura y distribución de narcóticos. Ahí se formuló lo que llaman “acusación consolidada” ya que el expediente lleva casos de Arizona, Texas, Ilinois y Nueva Jersey, dejando pendiente la de California.

La noche del jueves pasado Guzmán Loera fue recluido en el Centro Metropolitano de Detención, el cual está ubicado en el número 80 de la Calle 29 en Brooklyn. Lo opera la Oficina Federal de Prisiones, una división del Departamento de Justicia de los EU.
La SCJN desechó resoluciones

En todo momento la PGR y la Secretaría de Relaciones Exteriores aprovecharon el resquicio que se abrió la tarde del miércoles, un día antes del traslado a Nueva York, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió no ejercer facultad de atracción para revisar los dos últimos amparos interpuestos por el capo.

En sesión privada, la Primera Sala del máximo tribunal acordó devolver los expedientes de los juicios de amparo presentados por Guzmán al tribunal colegiado encargado de resolver las impugnaciones.

Ahí, los magistrados ratificaron la negativa que había dictado en octubre pasado Jesús Chávez Hernández, Juez Décimo Tercero de Distrito en la materia.

La decisión de los ministros de la SCJN acortó los plazos para que “El Chapo” fuera extraditado a Estados Unidos, por lo que esa “rendija” fue aprovechada y sorpresivamente se dio la extradición instantánea.

La determinación de los ministros de la Suprema Corte obedece a que ninguno de los recursos legales cumplió con los requisitos de interés y trascendencia para ser analizado por la Suprema Corte.

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