Se llama Emma Hulse y asegura que nunca, como camarógrafa, le habían dicho algo de su apariencia. Ahora, su caso ha llegado a los medios de comunicación británicos, pues la joven asegura que fue despedida por ser “demasiado guapa”.
Fue contratada como independiente por una compañía de producciones de Londres y al llegar a la empresa UNIT TV, bastaron cinco minutos de su turno de ocho horas, para que el hombre al mando le dijera que se fuera a su casa.
Emma declaró que él sólo le dijo: “Deberías estar en una pasarela”.
Según ella, ese día llegó vestida con un pantalón y una blusa; sólo usaba labial, lo cual no considera inapropiado.
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