"Sangre y fuego por la herencia de El Chapo; la guerra intestina por el control del imperio criminal construido por Joaquín Guzmán Loera, estremece a Sinaloa; poco tardaron en revelarse violencia, ambición y traiciones.
Apenas tres semanas después de la extradición de quien fuera capo más rico del mundo, los juniors Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar y el socio Ismael El Mayo Zambada libran la muerte de milagro después de un ataque en su contra ordenado por Dámaso López, según revela una carta manuscrita, difundida por el periodista Ciro Gómez Leyva.
Los hijos del ex jefe narco relatan que el pasado 4 de febrero, Dámaso López los convocó a una reunión en la que intentó asesinarlos; lograron escapar y se refugiaron en el monte.
@lvanArchivaIdo (Guzmán Salazar) denuncia en su cuenta de Twitter:
“Muchos se nos han volteado, corrientes traidores, no podía esperar más de esos tacuaches”. “Se les olvidó quién por mucho fue su padre, ya no estará mi padre, pero si estoy yo y su palabra la aré (sic) respetarse”
Según José Refugio Rodríguez, defensor de "El Chapo", Ismael Bojórquez, director del semanario Riodoce, y el periodista Ricardo Ravelo, director de la revista Variopinto, el texto sería auténtico; coinciden en que corresponderá a la autoridad investigar la veracidad.
Especialistas en crimen organizado coinciden en que el Dámaso López referido en el manuscrito, alias "El Lic", es quien está detrás de la traición, no el hijo, apodado "Mini Lic" ahijado del capo. Fuentes autorizadas han señalado al "Mini Lic" —líder de los "Ántrax", brazo armado del "Cártel de De Sinaloa"— como el autor del secuestro de 16 personas —entre ellos ambos "Chapitos— en el bar La Leche, de Puerto Vallarta, Jalisco, en agosto del año pasado.
Cierto es que tras la tercera captura de "El Chapo" (enero de 2016) "El Mini Lic"López Serrano confrontó a los hijos. Hasta hace muy poco, todo hacía pensar que la "pax" narca, estaba garantizada por "El Mayo" Zambada, quien al parecer va de salida como fiel de esa balanza.
Pero la verdad es otra. Ante el poder reducido o nulificado de los antiguos jefes (Guzmán y Zambada) la guerra por el liderazgo del "Cártel del Pacífico" es inevitable. Los pactos endebles se desmoronaron ante la codicia por el poder y la riqueza que significa “el negocio”; la guerra fratricida no terminará con pactos de honor sino eliminando estorbos.
Fuentes de alto nivel del gobierno federal aseguran que familia y leales del capo extraditado temen por sus vidas; los hechos lo demuestran.
Sinaloa arde; los recientes enfrentamientos en Navolato y Culiacán, con 21 muertos en el camino, entre ellos un soldado de la Marina, son saldos funestos de otra guerra por el narcopoder, reconoce la procuraduría local. El Estado es desafiado, la seguridad amenazada y la gobernabilidad cuestionada.
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