"Él no le ha dado ninguna información al Gobierno de EE UU", dicen sus representantes legales. El narcotraficante mexicano lleva desde el 19 de enero recluido en un centro de Nueva York.
Cuando Edgar Veytia cayó la semana pasada, muchas miradas se dirigieron a Nueva York, a un centro de internamiento de alta seguridad donde lleva detenido desde el 19 de enero Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
La detención del fiscal general de Nayarit (México) en San Diego (California) acusado de pertenecer a una organización de narcotraficantes despertó la especulación -publicada por algunos medios mexicanos- de que el exlíder cartel de Sinaloa podría haber empezado a colaborar con la justicia estadounidense y haber llevado a Veytia, pero los abogados del Chapo lo han negado tajantemente.
"Hemos oído rumores de que señor Guzmán estuvo involucrado de alguna manera en el arresto reciente de Edgar Veytia por cargos criminales por drogas. Estos rumores son completamente falsos. El señor Guzmán se declaró no culpable y está concentrado en luchar contra sus cargos criminales. Él no le ha dado ninguna información al gobierno de los EE UU", según han respondido por correo a este periódico sus representantes legales.
El hecho de que uno de los funcionarios de EE UU que lideró la investigación contra Veytia fuera el mismo fiscal que imputó a El Chapo, Robert Capers, fiscal del distrito Este de Nueva York (uno de los cesados ahora con la renovación de fiscales impuesta por Trump) alentó estas especulaciones que sus abogados, una asociación sin ánimo de lucro de Brooklyn, ha rechazado radicalmente.
El Chapo lleva dos meses y medio en el Metropolitan Correctional Center, un edificio ubicado en el sur de Manhattan cuya área de máxima seguridad, aquella en la que está retenido el famoso narcotraficante, es internacionalmente conocida por su dureza y sus medidas extremas. El estado mental de Guzmán Loera, que pasa prácticamente todo el día solo en una celda pequeña y apenas puede hablar con nadie ni recibir noticia del exterior, se ha deteriorado gravemente desde su extradición, según los abogados que le defienden.
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