El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó al mayor narcotraficante centroamericano en su lista de capos (Kingpin list) el pasado mes de diciembre, gracias a una serie de arrestos en la región que, como en un efecto dominó, alcanzó a las más altas esferas del hampa.
En una escueta declaración, el pasado 23 de diciembre la Oficina de Control de Activos Internacionales (OFAC, por sus siglas en inglés) señaló a César Gastelum Serrano, alias “La Señora” y a tres de sus hermanos —Alfredo, Jaime y Guadalupe Candelario— como Narcotraficantes Especialmente Designados por su trabajo para el Cartel de Sinaloa en México y Centroamérica.
El director de la OFAC, Adam J. Szubin, declaró en un comunicado que, “con el apoyo de sus hermanos, César Gastelum Serrano ha logrado establecerse como uno de los más prolíficos proveedores de cocaína para el cartel de Sinaloa […] Al poner en esta lista a Gastelum Serrano y varios de sus aliados más importantes, estamos de nuevo obstaculizando las actividades ilícitas de este violento cartel”.
La inclusión en esta lista antecede usualmente a una acusación formal en Estados Unidos o es señal de que ya existe una acusación en marcha. Sin embargo, la OFAC no señaló las propiedades ni los sitios de operación de Gastelum Serrano y sus hermanos, como usualmente lo hace cuando se incluye a alguien en la lista de capos.
Aunque el Departamento del Tesoro se muestra reservado, algunos funcionarios estadounidenses piensan que Gastelum Serrano es el mayor narcotraficante en el istmo y consideran que tiene suficiente capacidad para sentarse a negociar al lado de figuras legendarias del Cartel de Sinaloa, como Ismael “El Mayo” Zambada, actual jefe del cartel.
La base de operaciones de Gastelum Serrano en San Pedro Sula, Honduras, es actualmente el epicentro del narcotráfico y la violencia en Centroamérica. Su red se extiende por toda la región, donde él es el principal representante del Cartel de Sinaloa y el mayor comprador de cocaína de expendedores centroamericanos y colombianos principalmente.
“Gastelum Serrano utiliza una vasta red criminal para liderar una organización de tráfico de cocaína capaz de llevar toneladas de cocaína por semana de Honduras y Guatemala a México”, dice la declaración de la OFAC.
No se sabe con exactitud cuántas toneladas mueve, pero entre Honduras y Guatemala ven pasar al año de 250 a 350 toneladas de cocaína por su territorio y los funcionarios estadounidenses creen que Gastelum Serrano participa en gran parte de ese tráfico.
Pero la red de Gastelum Serrano parece estarse desarticulando, lo que en parte puede explicar una oleada de violencia en San Pedro Sula en el año 2014.
Fuentes mexicanas dicen que las piezas del dominó comenzaron a caer en algún momento de 2013, cuando las autoridades estadounidenses capturaron a Marllory Chacón Rossell, alias la “Reina del Sur”. La ciudadana guatemalteca Chacón Rossell fue ubicada en la lista de capos de la OFAC en 2012, por su presunta actividad de lavado de dinero en la región. Ella tiene contactos con la élite política de Guatemala, e incluso aseguró en una entrevista que conoció a la vicepresidenta de Guatemala Roxana Baldetti (quien niega rotundamente cualquier vinculación con Chacón Rossell).
Estados Unidos ocultó el hecho de que había arrestado a Chacón Rossell durante varios meses, lo que hace pensar que ella suministró información que condujo a las autoridades a ubicar otros integrantes de la red de Gastelum Serrano.
De esa red hacía parte el guatemalteco Hayron Borrayo Lasmibat, alias “El Gordo”,capturado por autoridades estadounidenses y francesas en París en marzo de 2014. Según le informaron las autoridades estadounidenses y guatemaltecas a InSight Crime, Borrayo era uno de los más grandes traficantes de Guatemala y suministraba enormes cantidades de drogas ilegales a los Zetas y al Cartel de Sinaloa.
El cinturón también se apretó en Honduras, después de que varios miembros de la red de Sinaloa empezaron a ser hostigados. En 2013, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a la familia Rivera Maradiaga, alias Los Cachiros, en la lista de capos; las autoridades hondureñas procedieron con una intensa actividad que les permitió confiscar propiedades y congelar cuentas bancarias.
En marzo, las autoridades hondureñas capturaron a Carlos Arnoldo Lobo, alias “El Negro” Lobo, quien fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos en mayo de 2014, siendo el primer hondureño extraditado después de casi un siglo. En julio, un socio de Lobo, Francisco Javier Zelaya Fúnez, fue capturado en México y extraditado a Estados Unidos.
En agosto, las autoridades estadounidenses detuvieron a Digna Valle Valle, miembro del clan de narcotraficantes con su mismo apellido. A principios de octubre, otros tres miembros de la familia Valle Valle fueron capturados en Honduras, y el 18 de diciembre dos de ellos fueron extraditados a Estados Unidos. El gobierno hondureño afirma que el tercer hermano será extraditado a Estados Unidos en enero de 2015. Se cree que los Valle eran los principales proveedores de Gastelum Serrano en Honduras.
A todo esto se agrega el alboroto generado por la captura, en febrero de 2014, del jefe nominal del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán. Este ya no estaba precisamente al frente del negocio, pero por mucho tiempo había utilizado a Honduras y Guatemala como centro de almacenamiento, procesamiento y envío de sus productos ilícitos y comprendía la utilidad de tener un dirigente de confianza como Gastelum Serrano con base de operaciones en la región.
En conclusión, la red de Gastelum Serrano, que había estado operando por años, ha sido diezmada en cuestión de meses. Lo que esto significa para Gastelum Serrano y sus hermanos lo tiene claro el Departamento del Tesoro al incluirlos en su listado: han sido desenmascarados.
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