La investigación por la ejecución de tres policías municipales de Urique, derivó en un enfrentamiento en el que resultó abatido Bernardino Portillo Torres, presunto líder del Cártel de Sinaloa en la región.
El fiscal general del estado, Jorge Nicolás González Nicolás, informó que la investigación inició esta semana, luego de que el lunes pasado enviaron a tres agentes a una encomienda y ya no regresaron.
Según el funcionario, los agentes fueron ejecutados y calcinados durante una emboscada. Cuando sus cuerpos fueron hallados en una camioneta pick up en el poblado de Hormigueros, la Policía Estatal Única y militares iniciaron un operativo para investigar los hechos y durante las acciones abatieron al Bernardino Portillo Torres, de 24 años, presunto líder del cártel de Sinaloa en la región.
“El pasado 3 de marzo, alrededor de las 19:00 horas, tripulaban un vehículo pick up Ford F-150, modelo 2013 color rojo (…) al ver la presencia de la autoridad, se resistieron a su detención, aceleraron la marcha, agredieron a los elementos de seguridad y tras repeler la agresión, (Portillo Torres) resultó abatido en el enfrentamiento”, relató el fiscal.
Benito Portillo Torres, hermano de Bernardino, huyó junto con otros presuntos miembros de la célula criminal que iban en la camioneta y ahora son buscados por las corporaciones policiacas.
En el vehículo localizaron un arma de fuego tipo escuadra 9 milímetros marca Smith & Wesson, con cargador abastecido con seis cartuchos útiles; tres fusiles abastecidos con 60 cartuchos útiles, una granada de fragmentación, un chaleco táctico y un radio de comunicación.
Respecto de la ejecución de los tres agentes, González Nicolás dijo que fue “un incidente lamentable”, pero minimizó la situación al afirmar que no es como la que priva en Guadalupe y Calvo.
Además señaló que la investigación los llevó a sospechar que los agentes municipales tienen vínculos con grupos delictivos, aunque no dio detalles.
Según testimonios de habitantes de Urique, todos los agentes municipales renunciaron después de los asesinatos de sus compañeros, sin embargo el fiscal comentó que desde el sábado pasado se llevaron a declarar al comandante Ramón Sáenz y otros dos agentes, por lo que no saben si el resto de la corporación, alrededor de 18 policías, se fueron por miedo, porque están coludidos o sólo porque así lo quisieron.
“Hace unos días interrogamos al director de Seguridad Pública, porque hay dudas en el sector, vamos a fortalecer a la Policía Municipal mientras se realiza la investigación”, explicó.
Ahora, la seguridad del municipio se encuentra a cargo de la Policía Estatal Única y el fiscal aseguró que está en paz, porque hay presencia importante de la policía y militares.
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