El oscuro barrio donde drogaron, torturaron y violaron hasta matar a Lucia

Los vecinos denunciaron hace meses la falta de presencia policial, pero no fueron escuchados. El barrio en el que asesinaron a la joven de 16 años no tiene patrulleros, ni cámaras de seguridad. Narcotráfico, robos y la oscuridad de una zona que supo ser el barrio "top" de los noventas.

La inseguridad sigue siendo el tema más importante para el barrio El Alfar. Cansados de la "inusual" cantidad de robos, hechos violentos y la inseguridad generalizada, los vecinos del barrio El Alfar reclaman desde hace tiempo mayor presencia policial. Pero sus voces no se escucharon, hasta que el brutal asesinato de Lucía Pérez dejó en evidencia la problemática social que padecen. Narcotráfico, robos y la oscuridad del barrio "top de los noventas" que se convirtió en "tierra de nadie". 

Una habitación pequeña, precaria, pegada a una vivienda de la calle Racedo al 4800 se convirtió en la terrible escena del crimen de la adolescente de 16 años. Allí la drogaron, torturaron y violaron hasta matarla. Al notar que no reaccionaba, los tres detenidos (Gabriel Farías,Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel) la lavaron, cambiaron e intentaron disimular la muerte, antes de ingresarla en la salita sanitaria de Playa Serena, ubicada a veinte cuadras.


Farías y Offidani, conocidos en el barrio como "Chinchilla" y "El Cicatriz", no son rostros desconocidos en la zona. De hecho, solían merodear la puerta de los colegios para vender distintas sustancias ilegales comomarihuana y cocaína. Lo hacían a la vista de todos y, pese a ser reconocidos por sus prontuarios, nadie los detuvo.

l vuelta de la casa del horror en la que murió Lucía, vive Belén, la compañera de escuela que los familiares señalan como "entregadora". La joven atiende un minimercado familiar fuera del horario escolar y tenía como cliente habitual a Farías. Comenzaron una relación de conveniencia, para generar "negocios" con la compra y venta de drogas.

La indignación de los vecinos tiene razón de ser: en El Alfar no hay patrulleros, ni cámara de seguridad. El barrio es una zona despoblada, al igual que playa Serena, en el extremo sur de Mar del Plata. Según los vecinos, fuera de temporada no existe la presencia de las autoridades, al punto que se suelen realizar fiestas de música electrónica sin controles donde el mundo narco pisa más fuerte.

El propio padre de Lucía, Guillermo, reveló que su hija le había dicho que un grupo de personas iba a la puerta de la escuela a vender droga. "Me lo comentó y como son estas cosas, la primera vez es un escándalo, la segunda se naturaliza", sostuvo en una entrevista con Ari Paluch, para el programa El Exprimidor, en Radio Latina.

EL PEDIDO DE ALERTA DE LOS VECINOS FUE ANTERIOR AL CRIMEN

"Realmente estamos preocupados por la cantidad de delitos que se comenten. Lamentablemente hemos tenido uno o dos asaltos por día. Esto es una ola de robos. Han intentado entrar a casas con gente, sin gente. Nos roban en la calle. La mayoría de las veces son personas en moto, listas para salir. El barrio está en alerta", había anticipado a 0223 Liliana Balantti, la presidenta de la sociedad de Fomento del barrio El Alfar, en un nota brindada hace unos meses atrás.

"El barrio está en alerta"

urante el verano, las fuerzas refuerzan su presencia, con más patrullajes, pero al finalizar la temporada todo queda en la nada."Tenemos cuadrículas enormes que no las puede abarcar un sólo patrullero”, denunció Balantti. La preocupación de los vecinos tiene sustento en los datos oficiales: Mar del Plata es, según reveló en abril la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, la ciudad con mayor tasa de homicidios de la provincia.

El sábado más de tres mil marplatenses marcharon en reclamo de mayor control, además de insistir en el pedido de justicia por Lucía. El miércoles, las organizadoras del "Ni una menos" convocaron a un paro nacional de mujeres para frenar con la ola de femicidios.

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