Considerado por autoridades federales como la organización criminal más poderosa de México, el Cártel de Jalisco Nueva Generación tiene presencia prácticamente en la mitad del territorio nacional. Sus métodos para eliminar adversarios son comparables con los actos más crueles que, en su momento de mayor poderío, cometieron Los Zetas contra sus enemigos.
Nadie hizo nada. Desde mediados de 2015, la DEA dio a conocer a las autoridades mexicanas que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) había ingresado en Tijuana para apoderarse de la plaza, una de las más codiciadas por ser la frontera por dónde más transitan drogas y armas. Las autoridades mexicanas se cruzaron de brazos y el CJNG empezó a pelear a sangre y fuego el territorio aliado con los Arellano Félix contra Sinaloa.
Tijuana, que hasta hace algún tiempo había permanecido relativamente en calma, ha sido testigo nuevamente del horror de la guerra entre organizaciones criminales que buscan apoderarse del mayor mercado de drogas al menudeo en México.
Hombres colgados de puentes peatonales, decapitados, desmembrados, presuntos narcomenudistas a los que les han cortado las manos en represalia por no pagar: la tortura sistemática que busca horrorizar a la población y a los criminales contrarios.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), el CJNG es actualmente el grupo más poderoso del narco en México. Tiene control en los estados de Jalisco, Michoacán, Colima, Guerrero, Estado de México, Hidalgo y San Luis Potosí, Guanajuato, Nayarit, Morelos, Veracruz y el Distrito Federal. Sus conexiones internacionales están en Colombia, Perú, Centroamérica y Estados Unidos y trafican con marihuana, heroína, cocaína y drogas sintéticas, según Gómez.
De hecho, el CJNG ha aprovechado bastante bien el debilitamiento de Los Caballeros Templarios en Michoacán, luego de la detención de Servando Martínez, La Tuta, ocurrida el 27 de febrero de 2015. El CJNG, con presencia incluso dentro de las policías comunitarias que surgieron para frenar los abusos de los Caballeros Templarios, ocupó de inmediato la plaza michoacana para comenzar a bajar por todo el suroeste de México y llegar a Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
También han aprovechado la desintegración de Los Zetas para ingresar en estados del Golfo de México como Veracruz y del centro norte como San Luis Potosí, hasta hace no mucho bastiones de la organización fundada por Arturo Guzmán Decena, el Z 1.
El CJNG nació tras el abatimiento de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los principales líderes del Cártel de Sinaloa, en un operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en Zapopan, Jalisco, el 30 de julio de 2010. El núcleo central del CJNG estaba conformado por integrantes de la organización de Los Valencia, que trabajaba al servicio del Cartel de Sinaloa a través de “Nacho” Coronel.
Tras la detención de Óscar Orlando Nava Valencia, “Lobo Valencia”, máximo líder de Los Valencia, la organización, ya fragmentada, se escinde en dos grupos: La Resistencia y el CJNG.
Comienza la disputa por Jalisco de ambas facciones. Sin embargo, La Resistencia (ya desarticulada) debe huir hacia Colima a causa de las embestidas del CJNG. Nemesio Oseguera Ramos, “El Mencho”, asume el mando de la organización y presuntamente es en la actualidad el principal líder del CJNG.
Uno de los brazos armados del CJNG es “Los Matazetas”, que al principio sirvió al “Chapo” Guzmán haciendo incursiones en el estado de Veracruz para combatir a Los Zetas.
Desde el principio, se ha caracterizado por la violencia con que abate a sus enemigos. En un celular que la Fuerza Única de Jalisco encontró entre los restos de Heriberto Acevedo Cárdenas, El Gringo, abatido el 23 de marzo de 2015 y quien se desempeñaba como jefe de plaza del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en los municipios de Tlajomulco de Zúñiga, Cocula, Zacoalco de Torres, Tapalpa y Atemajac de Brizuela, todos ubicados al sur de Guadalajara, las autoridades encontraron varios videos.
Uno de ellos se dio a conocer en las redes sociales aunque páginas como YouTube lo eliminaron inmediatamente. Después de la advertencia inicial sobre las imágenes que contiene, se observa una escena en el campo en el que varios sujetos armados (algunos encapuchados) observan una acción que ocurre unos quince metros más adelante.
En el segundo 36, un individuo de playera roja huye de esa escena en donde comienza a observarse una espiral de humo que asciende del cuerpo de una persona amordazada. Acto seguido, sucede una detonación y el cuerpo sale volando en mil pedazos. Los sicarios festejan con gritos.
El periódico Reforma, que dio a conocer el primer video, aseguró que “El Gringo introdujo una nueva forma de liquidar a sus enemigos que solo se había visto en grupos terroristas: dinamitarlos vivos”.
En las imágenes se observa a las víctimas, ensangrentadas luego de haber sido torturadas, con un tubo de dinamita pegada al cuerpo. Incluso, en el video aparece un niño de unos 9 años llorando mientras carga un tubo de dinamita adherido con cinta en el hombro derecho.
Esta sería la primera vez que un cártel mexicano estaría usando este procedimiento para deshacerse de sus enemigos.
Desde hace algunos años, los cárteles mexicanos han estado usando procedimientos cada vez más sanguinarios para eliminar a sus contrarios. La decapitación, el desollamiento y el desmembramiento: todas proceden de los métodos de tortura y eliminación que durante las décadas de los ochenta y noventa usaron los cárteles colombianos de la droga. El mensaje, de acuerdo con especialistas, es sembrar el terror lo mismo entre la población civil que entre los grupos contrarios.
InSight Crime asegura que el perfil violento que está adquiriendo la organización no genera un buen augurio para el cartel, “teniendo en cuenta que el gobierno mexicano ha demostrado ser eficaz cuando se centra en los dirigentes de los grupos criminales que cometen actos de violencia de esta magnitud.
Nemesio Oseguera Ramos, El Mencho, ha sido señalado por la PGR y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como el principal líder del CJNG. Actualmente, de acuerdo con la PGR, sería el narcotraficante más poderoso de México. El Mencho nació aproximadamente hace cincuenta años en la comunidad de Chila, municipio de Aguililla, en Michoacán.
Luego del abatimiento de “El Gringo”, la reacción del cártel no se hizo esperar. El lunes 6 de abril de 2015, 15 elementos de Fuerza Única fueron emboscados en un tramo de la carretera Puerto Vallarta-Guadalajara, a la altura del “pueblo mágico” de San Sebastián del Oeste.
Cuatro días antes del abatimiento de El Gringo, el 19 de marzo de 2015, la Gendarmería Nacional se había enfrentado a balazos en el municipio de Ocotlán con sicarios del CJNG. En ese enfrentamiento que duró varias horas durante la madrugada, fueron acribillados 5 agentes de la gendarmería (los primeros elementos de esa corporación asesinados desde que entró en funciones en agosto de 2014), dos delincuentes y cinco civiles que se encontraban en la calle.
Una semana después, el 30 de marzo, el comisionado general de Seguridad Pública de Jalisco, Francisco Alejandro Solorio, el segundo hombre más importante en el gabinete de seguridad del gobierno de Jalisco, sufrió un atentado en calles de Zapopan por sicarios que colocaron un auto en medio de la calle para impedir que la unidad en la que viajaba Solorio continuara avanzando. Sin embargo, Solorio y su escolta repelieron la agresión colocándose detrás de su vehículo blindado y los sicarios lograron huir.
Pero el CJNG no se quedó de brazos cruzados. El 6 de abril lograron abatir a 15 elementos de Fuerza Única en la carretera Puerto Vallarta-Guadalajara y ese mismo día, por la tarde, fue asesinado también Miguel Ángel Caicedo, el jefe de la Policía de Zacoalco de Torres, donde fue abatido El Gringo.
Ante esta ola de atentados en contra de elementos policiales (21 policías asesinados en tres semanas entre marzo y abril de 2015) el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos decidió incluir en su lista negra del narcotráfico internacional al CJNG, con lo que podrá llevar a cabo decomisos y aseguramientos de bienes que se encuentren bajo su jurisdicción.
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